ALLEGRO

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Una historia de amor y ciencia-ficción contada con creatividad y complejidad narrativa

ALLEGRO. Dinamarca.
2005.88 min.Dirección: Christoffer Boe. Drama. Interpretación: Ulrich Thomsen (Zetterstrøm), Helena Christensen (Andrea), Henning Moritzen (Tom), Svetoslav Korolev (Zetterstrøm [Joven]), Niels Skousen (Chef), Nicolas Bro (Terence), Ellen Hillingsø (Clara). Guión: Christoffer Boe y Mikael Wulff. Producción: Tine Grew Pfeiffer. Música: Thomas Knak. Fotografía: Manuel Alberto Claro. Montaje: Peter Brandt. Diseño de producción: Nikolaj Danielsen.

Segunda película del danés Christoffer Boe.  Con la misma creatividad y complejidad con la cual abordó las incertidumbres del amor en “Reconstrucción de un amor” (2003), en esta nueva película acaricia la misma temática: los recuerdos y las emociones.
“Allegro” se presenta como una historia de amor y ciencia-ficción, con la ciudad de Copenhague como otro personaje de la historia. Un misterioso narrador en off nos adentra en la vida de un destacado, pero desplazado emocionalmente, pianista cuya obsesión por perfeccionar su técnica lo ha llevado a olvidar todo lo relacionado con su pasado.

Vuelve a su país de origen y se encuentra con un universo paralelo llamado “la zona” (con referencias a Stalker de Tarkovski), una ciudad con extraños códigos en el que el pianista, con la misma confusión que siente el espectador, debe encontrar respuestas a su existencia. De aquí se desprende una ingeniosa puesta en escena y un imbricado manejo del tiempo y el espacio.

Muy lejos de lo que en su momento fue el movimiento Dogma 95, Christoffer Boe juega experimentadamente con el tiempo, con el lenguaje cinematográfico y a partir de estos elementos propone revolucionar los corazones. Se vislumbra en sus películas una influencia del director francés Leos Carax (“Mala sangre”, “Los amantes del puente nuevo” y “Pola X”) y del cine de Bergman.
En “Reconstrucción de un amor”, Alex (Nikolaj Lie Kaas) se enamora perdidamente de una mujer casada, luego de ese encuentro casual su microcosmo empieza a desmoronarse, su novia no lo reconoce, tampoco lo hacen ni sus amigos ni su padre. Alex intentará reconstruir su vida.
A diferencia de “Reconstrucción…”, en “Allegro” es el pianista Zetterstrom (Ulrich Thomsen) quien no tiene recuerdos ni emociones, es él quien no reconoce. El mistrerioso narrador en off vendría a ser el opuesto al personaje del escritor de “Reconstrucción…”, mientras uno escribe las vidas de los demás, el otro se dedica a leer y almacenar los libros como una especie de memoria colectiva.
Con un tratamiento fotográfico granulado, un predominio de las sombras, atmósferas y una cámara que persigue al protagonista continuamente; Boe sigue en la misma línea temática, sus preocupaciones sobre la imposibilidad del amor siguen inalterables. La idea que construye de identidad nada tiene que ver con algo estable y fijo, sino con el fragmento y el cambio constante.

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