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Balance 2018/2019 de Series y Miniseries

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Mejores series según MARCOS ALTAMIRANO

 

Wild Wild Country, de Maclain Way, Chapman Way

Ozark, de Bill Dubuque,Mark Williams

Watchmen, de Damon Lindelof (Creator), Steph Green, Nicole Kassell, Andrij Parekh, Stephen Williams

Chernobyl, de Craig Mazin (Creator), Johan Renck

Sex education, de Laurie Nunn

Dark, de Baran bo Odar (Creator), Jantje Friese (Creator), Baran bo Odar

 

 

Las mejores series para CLAUDIO ROSA

 

Sharp Objects,  de Marti Noxon (Creator) y dirigida por Jean-Marc Vallée

Succesion, de Jesse Armstrong (Creator), Adam McKay, Mark Mylod, Andrij Parekh, Adam Arkin, Miguel Arteta, S.J. Clarkson, Shari Springer Berman, Robert Pulcini

The mandalorian, de Jon Favreau (Creator), Dave Filoni, Deborah Chow, Rick Famuyiwa, Bryce Dallas Howard, Taika Waititi

The victim, de Rob Williams (Creator), Niall MacCormick

Years and years, de Russell T. Davies (Creator), Simon Cellan Jones, Lisa Mulcahy

Mindhunter, de Joe Penhall (Creator), David Fincher, Andrew Dominik, Carl Franklin, Andrew Douglas, Asif Kapadia, Tobias Lindholm

Watchmen de Damon Lindelof (Creator), Steph Green, Nicole Kassell, Andrij Parekh, Stephen Williams

Patrik Melrose, Edward Berger

Dark, de Baran bo Odar (Creator), Jantje Friese (Creator), Baran bo Odar

Chernobyl, de Craig Mazin (Creator), Johan Renck

 

 

Las mejores según SERGIO VILLAR

 

Watchmen de Damon Lindelof (Creator), Steph Green, Nicole Kassell, Andrij Parekh, Stephen Williams

Euphoria, de Sam Levinson (Creator), Sam Levinson, Augustine Frizzell, Pippa Bianco, Jennifer Morrison

Britannia, de Sheree Folkson, Christoph Schrewe, Luke Watson, Susan Tully

Doom patrol, de Jeremy Carver (Creator), Glen Winter, Dermott Downs, Carol Banker, Rob Hardy, Harry Jierjian, Stefan Pleszczynski, Salli Richardson-Whitfield, Rebecca Rodríguez, T.J. Scott, Rachel Talalay, Wayne Yip

Happy!, de Grant Morrison (Creator), Brian Taylor (Creator), Darick Robertson, Brian Taylor, David Petrarca

Titanes, Greg Berlanti (Creator), Akiva Goldsman (Creator), Geoff Johns (Creator), Brad Anderson, Grant Harvey, John Fawcett

Kidding, Dave Holstein (Creator), Michel Gondry, Jake Schreier, Minkie Spiro, Bert, Bertie, Kimberly Peirce

The handsman’s tale, Bruce Miller (Creator), Reed Morano, Mike Barker, Kate Dennis, Floria Sigismondi, Kari Skogland, Daina Reid, Jeremy Podeswa, Dearbhla Walsh, Amma Asante, Deniz Gamze Ergüven

Chernobyl, de Craig Mazin (Creator), Johan Renck

The mandalorian, de Jon Favreau (Creator), Dave Filoni, Deborah Chow, Rick Famuyiwa, Bryce Dallas Howard, Taika Waititi

 

Las mejores según ALEXIS GUTIERREZ BLANCO 

Ad Vitam (Francia) (Season 1 – 2018)
Maniac (EEUU) (Season 1 – 2018)
Watchmen (EEUU) (Season 1 – 2019)
The Mandalorian (EEUU) (Season 1 – 2019)
Chernobyl (EEUU/Reino Unido) (Season 1 – 2019)
Ozark (EEUU) (Season 2 – 2018)
Mindhunter (EEUU) (Season 2 – 2019)
True Detective (EEUU) (Season 3 – 2019)
Dark (Alemania) (Season 2 – 2019)
Love, Death & Robots (EEUU) (Season 1 – 2019)
Peaky Blinders (Reino Unido) (Season 5 – 2019)
Doom Patrol (EEUU) (Season 1 – 2019)
The Americans (EEUU) (Season 6 – 2018)
Better Call Saul (EEUU) (Season 4 – 2018)
Happy! (EEUU) (Season 1 – 2018 / Season 2 – 2019)
Parfum (Alemania) (Season 1 – 2018)
Bron/Broen (Suecia/Dinamarca) (Season 4 – 2018)
Kiss Me First (Reino Unido) (Season 1 – 2018)
How to Sell Drugs Online (Fast) (Alemania) (Season 1 – 2019)
Undercover (Bélgica) (Season 1 – 2019)

Información importante.

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AEROPUERTO: EL CINE CATÁSTROFE CUMPLE MEDIO SIGLO.

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Por Amilcar Nochetti. Miembro de la Asociación de Críticos de Cine de Uruguay (filial Fipresci)

Programación del 05 al 11 de Marzo.

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CARTELERA CINES DEL PASEO

Unidos(ATP – 102 MIN – CAST)

Género: Animación | Aventuras | Comedia.Sinopsis: Según el propio director, para esta historia se inspiró en su propia relación con su hermano. Scanlon (quien perdió a su padre a una edad muy temprana).Dos hermanos elfos adolescentes que se embarcan en una búsqueda extraordinaria para descubrir si todavía queda algo de magia. La historia está ambientada en un mundo sin humanos, donde solo hay elfos, trolls, duendes… Director: Dan Scanlon. Protagonistas: Voces: Chris Pratt, Tom Holland, Julia Louis-Dreyfus, Octavia Spencer.

Horarios 2D: Todos los días: 17:00 – 20:00 – 22:30 Hs. Castellano.

Horarios 3D: Todos los días: 17:30 – 19:10 Hs. Castellano.

EN CARTELERA 

El Llamado Salvaje  (ATP C/R – 100 MIN – CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 20:20 Hs. Castellano.

  

El Hombre Invisible (SAM 124 – 109 MIN – CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 22:40 Hs. Castellano.

 

Bad Boys: Para Siempre (SAM 13 C/R – 124 MIN – SUBT)

Horarios 2D:Todos los días: 22:50 Hs. Subtitulado.

  

Sonic: La Película(ATP CL – 99 MIN– CAST)

Horarios 2D:Todos los días: 18:20 – 20:40 Hs. Castellano.

 

Frozen: 2(ATP CR y L – 103 MIN – CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 18:00 Hs. Castellano.

Robo del Siglo (SAM 13 CR – 114 MIN – CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 21:40 Hs. Castellano.}

CARTELERA CC LEONARDO FAVIO

 

Estrenos

Por fin ¡solos!, de Fabrice Bracq (Francia), 97 min. (SAM13)

Parasite, de Bong Joon Ho (Corea del Sur), 132 min. (SAM13)

 

Jueves 05/03

18:30 hs: Parasite

21 hs: Por fin ¡solos!

Viernes 06/03

18:30 hs: Por fin ¡solos!

20:30 hs: Parasite

23 hs: Por fin ¡solos!

Sábado 07/03

18:30 hs: Parasite

21 hs: Por fin ¡solos!

23 hs: Parasite

Domingo 08/03

19 hs: Por fin ¡solos!

21 hs: Parasite

Martes 10/03

18:30 hs: Parasite

21 hs: Por fin ¡solos!

21 hs: SALA DOS. Cine por la Diversidad. Adultos jóvenes, de Jason Reitman (Estados Unidos/2011), 94 min. (SAM18)

Miércoles 11/03

19 hs: Por fin ¡solos!

21 hs: Parasite

21 hs: SALA DOS. Cineclub Al Filo. Intriga en Berlín, de Steven Soderbergh (Estados Unidos /2006), 108 min. (SAM13)

Marzo en el Centro Cultural Leonardo Favio

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Bs As 55, Río Cuarto, Córdoba. 

CLAUDE SAUTET Y SU CINE DE SENTIMIENTOS.

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En estos días se están cumpliendo 50 años del estreno de una obra mayor olvidada, Las cosas de la vida. Ese aniversario parece un buen pretexto para reflotar un film que merece una urgente revisión, y de paso recordar a su autor, Claude Sautet, un maestro del cine que rara vez figura en las grandes listas del séptimo arte.

 Por Amilcar Nochetti. Miembro de la Asociación de Críticos de Cine de Uruguay (filial Fipresci)

SAUTET. Más de media vida le llevó a Claude Sautet acceder a un nivel de verdadera maestría. Había nacido en Montrouge el 23 de febrero de 1924, y desde niño fue un apasionado por la escultura y la decoración. Después de la liberación se afilió al partido comunista, del cual se separó en 1952, aunque su interés había seguido volcado a las artes, en especial en el área de la música. Mientras tanto, para subsistir se ganaba la vida como crítico de arte para la revista Combat. Pero una proyección de Amanece de Marcel Carné le cambió la vida porque, según propias declaraciones posteriores, ese film lo dejó en éxtasis. De inmediato (1951) ingresó al Instituto de Altos Estudios Cinematográficos (IDHEC), donde estudió realización. Ya diplomado, trabajó hasta 1959 como asistente de dirección, mientras en lo personal se veía paulatinamente influenciado por el cine de clase B de Hollywood y el policial de serie negra. En esos años debutó como realizador con Bonjour, Sourire (1956), que sin embargo fue una comedia en tono de fábula acerca de una princesa que no puede reír y dos cómicos que intentan romper el hechizo. Primera decepción de Sautet: la película fue totalmente ignorada por público y crítica.

El joven debutante debió esperar cuatro años para volver a situarse tras la cámara. Como fiera acorralada (Classe Tous Risques, 1960) fue una historia policial con Lino Ventura y Jean-Paul Belmondo, que evidenció desusada fuerza en la construcción de personajes plausibles y situaciones límites. En ella un conocido criminal italiano huía a Francia con su familia eludiendo una orden de arresto y la inevitable condena a muerte. En esa escapada le acompañaba un fiel amigo francés, también perseguido por la justicia. En favor del film y de Sautet hay que decir que su película, pese a estar inspirada en el noir americano, tiene impronta francesa. Esta historia no se mueve entre sombras como ocurre en Hollywood, sino entre las brumas de Montmartre, mientras los gangsters toman pernod en lugar de bourbon. Más allá de las diferencias superficiales, el área de los sentimientos se intensifica, tanto que hasta los criminales se humanizan, y en medio de tanta confusión el espectador puede llegar a querer perdonar a esos asesinos y malhechores porque tienen hijos o amigos desagradecidos. Son delincuentes redimidos que en la redención perdieron el honor y la vergüenza. Son una fauna que no vive ni siquiera con una última esperanza, como ocurre en Hollywood, sino con ese río Sena que siempre baja con las aguas turbias. Esas virtudes empero de nada sirvieron, porque con la Nouvelle Vague en pleno auge los críticos de Cahiers du Cinéma calificaron al film como “demasiado ortodoxo y pasado de moda”. Era la segunda decepción de Sautet, y ésta totalmente inmerecida.

Por ese motivo durante los años 60 Sautet subsistió como supervisor de diálogos y libretos para realizadores como Marcel Ophüls, Jacques Deray, Jean Becker y François Truffaut, y aunque volvió a dirigir un film en 1965 el resultado no convenció a nadie. Armas para el Caribe (L’arme à Gauche) estaba basada en una novela de Charles Williams, pero en su traslación a la pantalla ese texto quedó convertido en una aventurita muy menor sobre rudo mercenario (Lino Ventura), apetecible heredera (Sylva Koscina) y su traicionero ex marido (el siempre resbaloso Alberto De Mendoza). Por eso en 1970 Las cosas de la vida (Les Choses de la Vie) vino a marcar un antes y un después en la obra de Claude Sautet. Luego de una década de retiro casi total de su rol de cineasta, allí Sautet encontró su musa definitiva en la actriz austriaca Romy Schneider, pero también entabló amistad sincera y prolongada con el actor Michel Piccoli y con otros colaboradores: el libretista Jean-Loup Dabadie, el fotógrafo Jean Boffety y el músico Philippe Sarde. Incluso en una etapa posterior, Sautet hallaría nuevos y fieles amigos en el dialoguista Jacques Fieschi y los intérpretes Yves Montand, Serge Reggiani, Patrick Dewaere, Gérard Depardieu, Daniel Auteuil, Emmanuelle Béart, Sandrine Bonnaire y Michel Serrault. Parecía que, al igual que muchos de sus personajes, el cineasta necesitaba la sincera calidez de las relaciones humanas para trabajar a gusto.

 

LAS COSAS DE LA VIDA. A partir de esta película Sautet se ubicó en un registro predominantemente sentimental, camino donde siempre es difícil alcanzar la sobriedad, y en el cual sin embargo Sautet supo, como pocos, encontrar la adecuada trascendencia, vinculando el mundo del sentimiento al mundo social. La hazaña consistió en haber sabido superar los estrechos límites de las problemáticas individuales para insertarlas en un contexto vital más amplio que las explica y las condiciona. En 1970 Sautet declaraba: “Lo que siempre he amado en el cine americano, es su costado no presuntuoso; es un cine que trata de manera muy respetuosa a los personajes, es decir, los toma como seres humanos, sin actitudes teóricas, muestra gente que vive simplemente y que no se expresa mucho”. No hay duda que Sautet fue fiel hasta el final a esa admiración, porque sus personajes están en las antípodas de la silente distancia que impone un Antonioni, pero también de la locuacidad intelectual de un Woody Allen: tienen la bienvenida sencillez que les proporciona una óptica que prescinde deliberadamente de toda construcción intelectual, mientras procura apresar la vida tal cual es.

 

Las cosas de la vida fue un punto de partida y una culminación. Antes de los títulos un cartel indica que la película fue galardonada con el Premio Louis Delluc, algo muy importante para cualquier film francés, ya que dicho galardón es, por sus características, uno de los más difíciles de obtener. Louis Delluc fue pionero de la crítica de cine, pero además un cineasta de vanguardia sin par. Cuando murió en 1924 a los 34 años dejó un vacío enorme, y en 1937 se instituyó el galardón que lleva su nombre. Para obtenerlo los cineastas deben destacarse en una sola exigencia, aunque es muy especial: todo film merecedor de ese premio debe ser revolucionario en algún aspecto. Para que el lector tenga una idea del verdadero significado del premio, habría que recordar algunos de los eminentes galardonados anteriores a 1970: Los bajos fondos de Jean Renoir, El muelle de las brumas de Marcel Carné, La bella y la bestia de Jean Cocteau, Diario de un cura rural de Robert Bresson, Las vacaciones del señor Hulot de Jacques Tati, Las diabólicas de Henri-Georges Clouzot, Las grandes maniobras de René Clair, El globo rojo de Albert Lamorisse, La felicidad de Agnès Varda, La guerra ha terminado de Alain Resnais y La hora del amor de François Truffaut, entre otros. Al igual que esos títulos, Las cosas de la vida merece con creces su distinción.

 

Lo que en definitiva cuenta la película es el devenir cotidiano del maduro arquitecto Michel Piccoli, que convive con la bella Romy Schneider luego de haberse divorciado de la sensual Lea Massari. Con el pretexto de un posible viaje a Túnez el film se adentra en la doble psicología del personaje masculino, un profesional emprendedor que es también un conformista en su vida privada. Esa dualidad existencial está explorada por Sautet sin retórica alguna, mediante fugaces pantallazos ilustrativos que combinan recuerdos, sueños y fantasías. La memoria de su antigua vida matrimonial, el primer encuentro con su actual pareja, los hermosos ratos pasados con ella, son registrados por la cámara del eximio Jean Boffety en tomas que apenas duran unos segundos, y que son frecuentemente mudas. Sin embargo, la película cambió definitivamente la noción de “paisaje” en el cine francés, porque ¿quién puede olvidar o permanecer inalterado ante la impresionante secuencia inicial del accidente? Su toma en cámara lenta reverbera a lo largo de todo el film, pero cuando la vemos en tiempo real y nos percatamos que todo dura apenas cuatro o cinco segundos, no podemos evitar el shock emocional proveniente de la velocidad, la fuerza y la increíble gama de sonidos que se desprenden de toda esa parafernalia.

 

De ese desastre automovilístico surgirá, desde los meandros de la memoria, el mapa que contiene la verdadera existencia de Piccoli, los fragmentarios episodios de amor, los recuerdos de familia, la separación, su soledad última. Pero esas imágenes -en definitiva, la película misma- no son solamente el flash de una vida que pasa ante los ojos en el momento de morir, no son imágenes que describen la vida como fue, sino como sólo puede recordarla su dueño. Sautet arma el sentido último de su film acorde a las ideas del filósofo Walter Benjamin: “El pasado recordado es infinito, el futuro es incognoscible”. Por eso cerca del final, después de numerosos recuerdos, asistimos por enésima vez al episodio del accidente. Allí la cámara enfoca a Piccoli despedido del auto, aterrizando en el pasto; sin perder el conocimiento, mira los restos mortuorios de su coche estrellado, mueve la cabeza y ve un rayo de sol sobre un puñado de flores, la copa de los árboles, un hermoso cielo abierto que llena la pantalla. Y es entonces cuando todo movimiento cesa, porque accedemos al futuro, al eterno enigma que marca el tránsito de la vida a la muerte. Esa forma narrativa fue totalmente nueva en 1970, y se vio reforzada además por la escena de cierre, que no le va en zaga, al comunicar una muerte (al espectador y a los propios personajes) en forma muda y alegórica, evitando así los riesgos de melodrama que acechaban desde el inicio a esta historia. Al talento de Sautet y su eminente operador debería sumarse la partitura de Philippe Sarde, extrañamente romántica, más la sensible labor de Romy Schneider, la introspección de Lea Massari y la presencia del siempre descollante Michel Piccoli, todos colaborando en equipo para un film que merece ser rescatado urgentemente del olvido.

AÑOS DE AUGE. Después de esa verdadera maravilla, Sautet prosiguió su estudio de la complejidad de la gente sencilla, y de esa forma se fueron sucediendo una serie de obras de compacta solidez. El inspector Max (Max et les Ferrailleurs, 1971) es la historia de un policía amargado y muy reservado (Michel Piccoli), que está desencantado con la justicia y tiene una obsesión: atrapar delincuentes en delito flagrante. Ha llegado a la conclusión que esa es la única forma de evitar que los suelten por falta de pruebas. Para llevar a cabo su sueño, decide provocarlo: se hace pasar por banquero y establece una relación con una prostituta (Romy Schneider) que es la amante del jefe de una banda de delincuentes de poca monta (Bernard Fresson). Las intenciones del inspector son incitar a la banda, a través de esa mujer, a que roben una sucursal bancaria. Un argumento interesante con tensión creciente y sensación pesimista acerca de la resolución final que, no obstante, sorprende. Sautet aquí ya se revelaba como un director maduro y personal. Vuelve al policial, pero lo hace con paso seguro, sabe lo que quiere y maneja la historia con el ritmo adecuado. El realizador con buen criterio deja que su película descanse en las escenas ubicadas en el apartamento del policía cuando lo visita la prostituta, y de esa forma una cínica anécdota policial se transforma en una tierna historia de amor entre dos seres grises, carentes de afecto. De hecho, la película aparece armada en dos estilos de secuencias: las que narran esa singular relación, y todas las demás. Rodeados de unos secundarios de lujo, Piccoli y Romy redondeaban dos labores muy creíbles.

César y Rosalie (Cesar et Rosalie, 1972) contó la historia de una mujer divorciada (Romy Schneider) y madre de una niña de tres años. Vive en situación de pareja con un hombre de mediana edad y buena posición (Yves Montand), del que cree estar enamorada, pero cuando se reencuentra con un antiguo novio, artista de trato exquisito y de edad parecida a la suya (Sami Frey), la mujer se ve enfrentada a la necesidad de elegir a uno de los dos. El film suma comedia, drama y romance. Trata temas cotidianos y construye diálogos fluidos y abundantes. Explora la realidad diaria desde el punto de vista de personajes sencillos, comunes y próximos, con los que el espectador se identifica fácilmente. El tema central viene dado por el amor de pareja, sus manifestaciones, estímulos y motivaciones. Esa exploración trata de dar respuesta a amplias preocupaciones vigentes en los primeros años 70 a causa de los cambios profundos experimentados en el comportamiento sexual de los jóvenes (especialmente de la mujer), en la progresiva difusión de nuevos conceptos sobre el amor de pareja, el amor libre y la desacralización del sexo, y en ese mapa humano Sautet termina apostando por el valor de la experiencia combinada de amor y sexo. Sin llegar al nivel de los dos títulos anteriores el film interesa como testimonio de la inquietud de los jóvenes de los años 70 en relación con el amor puesto al servicio de la persona.

Vicente, Francisco, Pablo y los otros (Vincent, François, Paul et les Autres, 1974) se interesó por la crisis de tres amigos: Pablo (Serge Reggiani), un escritor bloqueado, Francisco (Michel Piccoli), un médico que perdió sus ideales, y Vicente (Yves Montand), un banquero que enfrenta la quiebra y el divorcio de su esposa (Stéphane Audran), en medio de un coro de personajes secundarios interpretados por otras luminarias del cine europeo (Gérard Depardieu, Marie Dubois, Antonella Lualdi, Umberto Orsini). Sautet da a través de su film la pintura de toda una civilización. Es la historia del hombre moderno en el mundo actual, y allí figuran los valores dominantes, que moldean la civilización tal cual la conocemos, más allá de las clases sociales y las idas y vueltas ideológicas. Valores e ilusiones burguesas que Sautet no juzga, sólo las muestra con arte. Los protagonistas son como el espectador, gente común, querible, con grandezas y miserias, gente destinada a padecer aflicciones, desgracias, repudios, adversidades y desengaños. Empero el film no es trágico ni pesimista, porque el fracaso se presenta como un doloroso pero necesario baño de realidad para esos ilusos y egoístas sujetos, y a todos se les concederá una oportunidad, un nuevo comienzo. Una historia realista e inteligente, que obliga a los espectadores a abrir los ojos sobre sí mismos. Algo que sólo el buen cine sabe hacer.

Luego llegó Mado (1976), donde un hombre de negocios (Michel Piccoli) advierte cómo peligra su futuro cuando su socio (Bernard Fresson) se suicida por las deudas contraídas en la empresa. Es entonces cuando su enemigo en los negocios (Julien Guiomar) le intenta comprar la compañía por una cifra irrisoria, mientras el protagonista decide salir del paso mediante una estafa en la que involucra a una prostituta (Ottavia Piccolo) y a su esposa, una mujer desequilibrada (Romy Schneider). Una vez más Sautet no decepciona debido a una dirección elegante y precisa, que no deja detalle al azar para describir como nadie la transformación de ese hombre de negocios rodeado de buen vino y de una amante, en un suntuoso apartamento de amplios ventanales, vistiendo trajes caros y camisas con gemelos de oro, que terminará sudando y perdiendo a esa amante, porque la bajeza moral lo deteriora hasta cubrirlo físicamente de barro, en una película metafórica donde la joven prostituta terminará dando una lección de moral al hombre “limpio”.

Una historia simple (Une Histoire Simple, 1978) mostró las frustraciones de una mujer divorciada (Romy Schneider) que reencuentra a su ex marido (Bruno Cremer) y abandona a su maduro amante (Claude Brasseur). Pero la película abre un abanico temático mayor, y mediante la anécdota inicial también explora la vida de ese hombre maduro, que vive con una mujer más joven y expresa poco sus sentimientos, y de un amigo suicida que ha perdido el impulso de vivir. Esos personajes son la gran carta de triunfo de la película, porque tienen la bienvenida sencillez que les proporciona una óptica que prescinde deliberadamente de toda construcción intelectual, procurando apresar la vida sin ningún tipo de razonamiento. Por eso se trata realmente aquí de una historia simple, que muestra las frustraciones y las esperanzas afectivas de varios personajes entrelazados, de los cuales se muestran y explican pocas cosas, apenas una sucesión de encuentros, diálogos, acercamientos y tensiones nunca nítidos en su significado. Es en esa sencillez de enfoque, en el talento para insinuar sin decir y permitir de esa forma múltiples lecturas, que Sautet cifró el encanto de su cine, que tiene el aroma de una cercanía auténtica a los problemas de seres reales. Tal vez por ello Romy Schneider lució una belleza menos sofisticada de lo habitual en ella, y tal vez también por eso confirió a su personaje un peso de veracidad muy apreciable.

 

Los dos siguientes films de Sautet nunca llegaron a Uruguay. En Mal hijo (Un Mauvais Fils, 1980) un joven (Patrick Dewaere) sale de prisión, adonde había ido a parar por tráfico de drogas, busca trabajo con la esperanza de iniciar una nueva vida y se refugia en la casa de su padre (Yves Robert), un hombre amargado que le echa la culpa de la muerte de su madre, quien aparentemente no habría podido soportar el dolor de ver que su hijo acabó preso. Garçon! (1983), por su parte, contó la historia de un ex bailarín de music hall (Yves Montand) que regentea un restorán y se debate entre el amor de dos mujeres (Nicole García, Marie Dubois). Ambas películas no fueron demasiado apreciadas por la crítica, especialmente la segunda, que estaba planeada para Romy Schneider y debió ser cambiada sobre la marcha debido a la repentina muerte de la actriz.

Ese episodio afectó hondamente a Sautet, y debieron pasar cinco años para que el cineasta volviera a situarse tras la cámara. Cuando lo hizo, el resultado se llamó Un día conmigo (Quelques Jours Avec Moi, 1988), que contó la historia de un joven y rico patrón de una cadena de supermercados (Daniel Auteuil) que parece hastiado de todo y de todos. De pronto comienza a sentirse atraído por la joven empleada (Sandrine Bonnaire) de uno de sus gerentes, sentimiento que ira complicándose hasta provocar varias perturbaciones en su propio universo familiar y en el mundo provincial que deberá enfrentar. Sautet apuntó aquí a una renovación temática dentro de sus preferencias por las historias sentimentales y las exploraciones emotivas, y redondeó un producto bastante perverso en la descripción del medio, y con una mayor extrañeza en los personajes de la que era habitual en la etapa anterior.

 

 

 

NUEVA CULMINACIÓN. Un segundo título magistral en la obra de Sautet resultó ser Un corazón en invierno (Un Coeur en Hiver, 1992). En la primera escena el lutier (Daniel Auteuil) cierra la caja del instrumento que está construyendo con enorme esmero. Luego se sabrá que ese hombre es capaz de advertir la menor distorsión en el sonido que emana de sus violines, pero se sabrá también que es incapaz de registrar otras ondas emocionales, como si toda su vibración se hubiera trasladado a la música y su sensibilidad hubiera quedado inválida para las relaciones humanas. El taller donde trabaja es propiedad de un amigo (André Dussollier), cuya nueva amante, una destacada violinista (Emmanuelle Béart), comienza a reparar en él de manera discreta: un cruce de miradas, un intercambio de opiniones musicales, un inesperado tono confidencial en la charla, una atracción que está en el aire. Lo que parece un romance en lento camino de gestación se disolverá sin embargo debido al aislamiento sentimental del hombre.

Lo que la película propone es un tema singular, desarrollado a través de la indefinible condición del personaje masculino. Ese admirable lutier vuelca su devoción y fuerza en la artesanía que llena su vida, pero no parece tener vida fuera de esa devoción. Cuando el interés de aquella mujer se va haciendo notar, el hombre responde con una docilidad que parece una respuesta, pero cuando la actitud de ella se hace frontal y pide devolución, él confesará su indiferencia amorosa, su sincero desinterés por esa enamorada que se le ofrece. El hermetismo de ese hombre bloqueado para toda expresión emotiva provocará el desaire, luego el abatimiento, y más tarde el pasajero desenfreno de esa mujer, aunque todo se evaporará en el aire que sólo las frases musicales pueden recorrer sin tropiezo.

 

Las sonatas de Ravel invaden la banda sonora y son una clave adicional del tema a través de alguna cadencia elegíaca, algún trance apasionado y algún pasaje de apremio, donde las notas se demoran, se encienden o se precipitan de la misma manera que la conducta y los sentimientos de los personajes. “La música es un sueño”, dice el hombre replicando a un reproche de la mujer, y a través de los sueños quizá pueda entenderse a ese individuo que no se conmueve y no parece sentir nada, más allá del fervor de la manualidad en su taller o la embriaguez de los sonidos. Porque los sueños tienen una carga emocional que se divorcia de la realidad, son una segunda vida aliviada del lastre físico, y pueden llegar a convertirse en un doblez de la plenitud espiritual, un ideal fuera de un mundo donde los valores parecen tan confundidos. En medio de esa confusión, el lutier puede ser visto como una variante de la santidad, un ejemplar en infranqueable estado de pureza frente a la simulación, el mercantilismo y la vanidad que lo rodean.

 

Al comprender eso se entiende también que la verdadera vida del protagonista no va por fuera sino por dentro: por eso es un hombre que apenas habla, que no se expone, que permanece exteriormente impávido cuando cumple el acto piadoso de ayudar a un amigo a acelerar una agonía interminable. El origen de este tema está en un cuento ruso que Mikhail Lermontov escribió hace 180 años, y que examina a un personaje en estado de gracia, poseedor de una nobleza impalpable que al habitante del pragmático siglo 21 quizá pueda escapársele. Allí radica precisamente la mayor inteligencia de Sautet, en dejar pendiente parte del enigma, para que su efecto sobre el público opere de la misma forma en que lo hace sobre la desconsolada heroína. Cada espectador deberá completar lo que aquí se dice a través de su propia exploración de un relato leve, muy cautivador en sus silencios, elipsis y puntos suspensivos. Es en ello que radica el alcance fascinador de la propuesta, en la obligación de ir internándose hacia lo profundo a partir de referencias que parecen triviales, situaciones sólo en apariencia trascendentes, vínculos que fingen ser simples y diálogos que suenan convencionales. Una tenue grandeza circula por debajo de esas pistas engañosas, atrayendo a quien la registre con un magnetismo creciente. Un capítulo aparte son sus actores, por la gracia inteligente de Emmanuelle Béart, la astucia con que Dussollier juega su papel de amigo, y la fantástica intuición de Auteuil como eje de todo el asunto.

FINAL. Parecida inteligencia esgrimió El placer de estar contigo (Nelly et Monsieur Arnaud, 1995), donde una joven (Emmanuelle Béart), separada de un marido abúlico (Charles Berling), acepta que un señor mayor a quien apenas conoce (Michel Serrault) pague sus deudas, iniciando un vínculo que le traerá situaciones y desenlaces imprevistos. El resultado es un fino ejercicio intimista, la exploración minuciosa y delicadísima de una relación muy particular, un análisis de sentimientos, de emociones no dichas, de un contacto vicariamente incestuoso donde no resulta difícil detectar -en clave- el tema de padres e hijas. El resultado es un sólido ejemplo del sutil arte de este cineasta discreto, carente de opulencias expresivas, un dramaturgo en el sentido clásico del término, cuyo objetivo siempre fue entrar en la realidad sociológica y/o psicológica, haciendo partícipe de ese universo al espectador a través de la minuciosa observación de las conductas de los personajes, enfrentadas a sus actitudes e intenciones.

 

Esta película fue el adiós al cine de Sautet, que moriría en París el 22 de julio de 2000, después de una larga batalla contra el cáncer. Se cerraba una obra madura y homogénea, levantada sobre la sencillez del enfoque, sobre el talento para insinuar sin decir y para permitir con ello múltiples lecturas amplificantes, en las que cifró el encanto y alcance de sus films, que tienen el aroma de una aproximación auténtica a los problemas de seres reales. Con todo ello Sautet hiló una finísima tela de araña y supo revelar los matices del mapa del corazón humano. Una sensación de melancolía y una cierta quietud permearon su cine, características que se complementan con una paz, una languidez y una lentitud deliberadas, las cuales permiten al espectador internarse en un mundo de ricas texturas. Para ello el cinéfilo deberá aportar una atención redoblada y un cuidadoso ojo para los detalles. Poblado por personajes complejos, ese universo fue abordado por el cineasta mediante una serie de miradas y gestos dirigidos a unos seres límpidos y opacos a la vez, erigiendo una obra en la que no sólo importa lo que se ve, sino también lo que se escucha: las conversaciones, la música y los silencios. De esa manera los films de Sautet logran conquistar al espectador atento mediante su participación en lo que ve, sustrayéndolo a la actitud pasiva del voyeur, que sólo pretende espiar las intimidades ajenas.

 

 

Volver a los orígenes en el Ciclo de Cine por la Diversidad.

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En marzo, durante todos los martes  del mes, a las 21 horas, el Ciclo Cine por la Diversidad proyectará películas  de personas que regresan, después de mucho tiempo, a su pueblo natal.

El cine forma parte de la existencia social. Es a través de la imagen cinematográfica donde se construye la visión del mundo, se proyectan y construyen los sentidos de las cosas. El mundo del cine ha abordado en repetidas ocasiones el regreso a las raíces. Volver es siempre un desafío. Cada paso de regreso es un motivo de reflexión y eso implica que la vuelta no resulte tan fácil.

Las películas que seleccionamos para dar comienzo a este noveno año del Ciclo Cine por la Diversidad se aventuran en viajes que modifican comportamientos, formas de entender y relacionarse con el mundo, nuevas búsquedas en donde sus protagonistas ya no son los mismos. Y ese regreso obliga a  enfrentarse con diversas emociones que implican reencuentros, conflictos y afectos que rodean a su pueblo.

 

Centro Cultural Leonardo Favio (Galería del cine, Buenos Aires 55). Entrada libre y gratuita. Organiza: Secretaría de Vinculación Social e Institucional de la Facultad de Ciencias Humanas y el Centro Cultural Leonardo Favio.

 

Martes 03. 21 hs: SALA DOS. Cine por la Diversidad. VOLVER de Pedro Almodóvar  (España / 2006), 116 min (AM 13)

El fantasma de una mujer (Carmen Maura) regresa a su ciudad natal para resolver unos asuntos que quedaron pendientes a la hora de su muerte. Ella se muda con su hija (Lola Dueñas) y procede a ayudarla con su salón de belleza haciéndose pasar por una inmigrante rusa.

Tres generaciones de mujeres sobreviven al viento solano, al fuego, a la locura, a la superstición e incluso a la muerte a base de bondad, mentiras y una vitalidad sin límites. Volver no es una comedia surrealista, aunque en ocasiones lo parezca. Vivos y muertos conviven sin estridencias, provocando situaciones hilarantes o de una emoción intensa y genuina. Es una película sobre la cultura de la muerte en la Mancha natal.

 

Martes 10. 21 hs: SALA DOS. Cine por la Diversidad.  ADULTOS JÓVENES de Jason Reitman (EEUU / 2011), 94 min (AM 13)

Tras su divorcio, la escritora Mavis Gary (Charlize Theron) atraviesa una crisis existencial que intenta superar volviendo a su pueblo natal. Su situación empeora cuando intenta volver con su novio del instituto (Patrick Wilson), que ya está casado y es padre de un niño. Pero Mavis encuentra un inesperado aliado en otro compañero del instituto (Patton Oswalt). Una oscura comedia que confirma a Diablo Cody como una guionista relevante y a Jason Reitman como un gran director al que le gusta contar historias de inadaptados.

 

Martes 17. 21 hs: SALA DOS. Cine por la Diversidad. MY WINNIPEG de Guy Maddin (Canadá / 2007), 80 min (AM 13)

Éste pseudo-documental surrealista es un homenaje de Guy Maddin a su ciudad natal: Winnipeg (Manitoba). Es un ensayo personal sobre una ciudad, su inconsciente y una muestra fecunda de que este realizador autodidacta es una de las voces más singulares del cine contemporáneo, tanto por su reconocible y particular estilo, como por su forma de reflexionar acerca del cine, películas que emulan los inicios del séptimo arte, su experimentación -formal, narrativa y técnica.

 

Martes 31. 21 hs: SALA DOS. Cine por la Diversidad. UNA HISTORIA DE ENTONCES de José Luis Garci (España / 2000), 109 min (AM 13)

España, finales de los 40. Julia sufre una profunda depresión a causa del encarcelamiento de su novio, un destacado pintor antifranquista. Hija única de una acaudalada familia, es una mujer culta, que se ha educado en Suiza e Inglaterra, se ha licenciado en Filosofía y Letras y quiere ser escritora. Su abatimiento es tal que decide alejarse de Madrid e ir a pasar una temporada al pequeño pueblo asturiano de Cerralbos del Sella, donde está la gran casona familiar -«Llendelabarca»- en la que vivió los felices veranos de su infancia. Allí la espera Tía Gala, la guardesa, que vive con su nuera Pilara y su nieto Juanito. La relación de Julia con ellos, con el maestro don Orfeo e incluso con el desdichado cura don Matías, hace que, quizá, por primera vez en mucho tiempo, la señorita de la capital no se sienta sola.

 

BLANCO Y NEGRO ETERNO EN EL CINECLUB AL FILO

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Todos los miércoles a las 21 hs. en el Centro Cultural Leonardo Favio (Bs As 55 – Río Cuarto) 

EXPRESIONISMO EN CINE: 100 años de “El gabinete del doctor Caligari”.

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El 27 de febrero de 1920 se estrenó en Berlín El gabinete del doctor Caligari, un título fundacional del expresionismo cinematográfico. A cien años del acontecimiento, conviene resaltar la importancia de esa etapa cumbre del cine alemán.

Programación del 27 al 04 de Marzo.

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CARTELERA CINES DEL PASEO

El Llamado Salvaje (ATP C/R – 100 MIN – CAST)

Género: Animación | Aventuras | Familia.Sinopsis: John Thornton, experto explorador y buscador de oro. El argumento trata de un perro llamado Buck cuyos instintos primitivos vuelven tras una serie de sucesos que le ocurren cuando lo ponen a tirar de un trineo en el Yukón durante la fiebre del oro que tuvo lugar en el siglo XX en el Klondike, durante la cual los perros de tiro se compraban a precios elevados.Director: The Call of the Wild.Protagonistas: Harrison Ford, Dan Stevens, Karen Gillan, Colin Woodell, Omar Sy, Terry Notary, Alex Solowitz, Micah Fitzgerald, Heather McPhaul, Paul Mabon, Raven Scott, Martin J. Riddell.

Horarios 2D:Todos los días: 16:40 — 18:50 – 21:00 Hs. Castellano.

  

El Hombre Invisible  (SAM 124 – 109 MIN – CAST/SUBT)

Género: Terror | Ciencia-Ficción.Sinopsis: -Basada en la novela de 1897 de H.G. Wells.Cecilia, recibe la noticia del suicidio de su ex novio abusivo. Ella comienza a reconstruir su vida para mejor. Sin embargo, su sentido de la realidad se pone en tela de juicio cuando comienza a sospechar que su amante fallecido no está realmente muerto.

Director: Leigh Whannell.Protagonistas: Elisabeth Moss, Oliver Jackson-Cohen, Aldis Hodge, Storm Reid, Harriet Dyer, Benedict Hardie, Amali Golden, Anthony Brandon Wong, Sam Smith, Bianca Pomponio, Zara Michales.

Horarios 2D: Todos los días: 17:40 – 20:20 Hs. Castellano. Todos los días: 23:00 Hs. Subtitulado.

 

CARTELERA 

 

Bad Boys: Para Siempre (SAM 13 C/R – 124 MIN– CAST/SUBT)

Horarios 2D: Todos los días: 22:10 – 23:10 Hs. Subtitulado.

  

Sonic: La Película (ATP CL – 99 MIN– CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 18:30 – 20:40 Hs. Castellano.

  

Espías a Escondidas  (ATP C/R Y L – 101 MIN – CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 16:20 Hs. Castellano.

 

Frozen: 2 (ATP CR y L – 103 MIN – CAST)

Horarios 2D:Todos los días: 17:20 Hs. Castellano.

Robo del Siglo (SAM 13 CR – 114 MIN – CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 19:40 –  22:50 Hs. Castellano.

CARTELERA CINES LEONARDO FAVIO

 

Jueves 27/02

19 hs: La muerte no existe y el amor tampoco

21 hs: Parasite

Viernes 28/02

18:30 hs: Parasite

21 hs: La muerte no existe y el amor tampoco

23 hs: Parasite

Sábado 29/02

19 hs: La muerte no existe y el amor tampoco

20:30 hs: Parasite

23 hs: La muerte no existe y el amor tampoco

Domingo 01/03

18:30 hs: Parasite

21 hs: La muerte no existe y el amor tampoco

Martes 03/03

19 hs: La muerte no existe y el amor tampoco

21 hs: Parasite

Miércoles 04/03

18:30 hs: Parasite

21 hs: La muerte no existe y el amor tampoco

Programación del 20 al 26 de Febrero.

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CARTELERA CINES DEL PASEO

Bad Boys: Para Siempre (SAM 13 – 124 MIN– CAST/SUBT)

Género: Acción | Comedia | Crimen.Sinopsis: Nueva entrega de la saga de ‘Dos Policías Rebeldes’Marcus Burnett ahora es inspector de policía y Mike Lowery está en una crisis de mediana edad. Se unen nuevamente cuando un mercenario albanés, a cuyo hermano mataron, les promete una importante bonificación.Director: Joe Carnahan.Protagonistas: Will Smith, Martin Lawrence, Vanessa Hudgens, Kate del Castillo, Paola Nuñez, Joe Pantoliano, Alexander Ludwig, Nicky Jam, DJ Khaled, Ivo Nandi.

Horarios 2D:Todos los días: 17:40 Hs. Castellano.Todos los días: 20:20 – 23:00 Hs. Subtitulado.

  

El Escándalo(SAM 13 CR – 109 MIN– SUBT)

Género: Biografía | Drama.Sinopsis: – Basada en Hechos Reales.La explosiva historia de las mujeres que derribaron al infame creador del mayor imperio mediático de Estados Unidos.Tres mujeres que lucharon contra el acoso y el machismo dentro de una de las empresas de medios de comunicación más grande del mundo.Director: Jay Roach.Protagonistas: Charlize Theron, Nicole Kidman, Margot Robbie, John Lithgow, Alice Eve, Kate McKinnon, Allison Janney, Ashley Greene, Alanna Ubach, Stephen Root, Malcolm McDowell, Mark Duplass, Connie Britton, Rob Delaney, Mark Moses.

Horarios 2D: Todos los días: 18:10 – 20:50 Hs. Subtitulado.

 

 EN CARTELERA 

La Maldición Renace (SAM 13 CR – 99 MIN– CAST/SUB)

Horarios 2D: Todos los días: 23:10 Hs. Castellano *Excepto Jueves y Viernes Subtitulado*

  

Sonic: La Película (ATP CL – 99 MIN– CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 18:40 – 20:30 – 22:40 Hs. Castellano.

  

Espías a Escondidas (ATP CR Y L – 101 MIN – CAST)

Horarios 2D:  Todos los días: 16:30 Hs. Castellano.

 

Frozen: 2  (ATP CR y L – 103 MIN – CAST)

Horarios 2D:Todos los días: 17:30 Hs. Castellano.

 

Robo del Siglo (SAM 13 CR – 114 MIN – CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 20:00 –  22:30 Hs. Castellano.

CARTELERA EN EL LEONARDO FAVIO 

SEMANA 2

Parasite, de Bong Joon Ho (Corea del Sur), 132 min. (SAM13)

La muerte no existe y el amor tampoco, de Fernando Salem (Argentina), 81 min. (SAM13)

 

Jueves 20/02

18:30 hs: Parasite

21 hs: La muerte no existe y el amor tampoco

Viernes 21/02

18:30 hs: La muerte no existe y el amor tampoco

20:30 hs: Parasite

23 hs: La muerte no existe y el amor tampoco

Sábado 22/02

18:30 hs: Parasite

21 hs: La muerte no existe y el amor tampoco

23 hs: Parasite

Domingo 23/02

19 hs: La muerte no existe y el amor tampoco

21 hs: Parasite

Martes 25/02 Feriado

Miércoles 26/02

19 hs: La muerte no existe y el amor tampoco

21 hs: Parasite

Programación del 13 al 19 de Febrero.

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CARTELERA CINES DEL PASEO

Sonic: La Película (ATP CL – 99 MIN– CAST/SUB)

Género: Animación | Aventuras | Acción.Sinopsis: Sonic, el descarado erizo azul basado en la famosa serie de videojuegos de Sega, una de las más vendidas en todo el mundo, vivirá aventuras y desventuras cuando conoce a su amigo humano y policía, Tom Wachowski.Sonic y Tom unen sus fuerzas para detener al malvado Dr. Robotnik , que intenta atrapar a Sonic con el fin de emplear sus inmensos poderes para dominar el mundo.Director: Jeff Fowler.Protagonistas: Jim Carrey, James Marsden, Tika Sumpter, Neal McDonough, Ben Schwartz, Adam Pally, Natasha Rothwell, Elfina Luk, Debs Howard, Bailey Skodje, Frank C. Turner, Lee Majdoub, Dean Petriw, Emma Oliver, Emma Oliver.

Horarios 2D: Todos los días: 18:00 – 20:10 – 22:30 Hs. Castellano.

La Maldición Renace (SAM 13 CR – 99 MIN– CAST/SUB)

Género: Terror.Sinopsis: Reinicio de ‘The Grudge’ (El grito). Sarah Michelle Gellar fue la protagonista de la versión estadounidense de 2004.Una casa es maldecida por un fantasma vengativo que condena a aquellos que entran con una muerte violenta. Una joven detective y madre soltera, que se enfrenta a un nuevo terror sobrenatural que amenaza a sus hijos.Director: Nicolas Pesce. Protagonistas: Andrea Riseborough, John Cho, Demián Bichir, Betty Gilpin, Lin Shaye, William Sadler, Jacki Weaver, Frankie Faison, Tara Westwood, Nancy Sorel, Joel Marsh Garland, Stephanie Sy, Bradley Sawatzky, Ernesto Griffith, Robin Ruel.

Horarios 2D:Todos los días: 22:45 Hs. Castellano *Excepto Jueves y Viernes Subtitulado*

 EN CARTELERA 

Aves de Presa (SAM 16 –109 MIN– CAST/SUB)

Horarios 2D: Todos los días: 17:20 Hs. Castellano.

  

Espías a Escondidas (ATP CR Y L – 101 MIN – CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 17:40 Hs. Castellano.

 

Frozen: 2 (ATP CR y L – 103 MIN – CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 18:20 Hs. Castellano.

 

Mujercitas (ATP/L – 135 MIN – SUB)

Horarios 2D: Todos los días: 19:55 Hs. Subtitulado.

1917 (SAM 16 – 119 MIN – SUB)

Horarios 2D: Todos los días: 19:40 Hs. Subtitulado.

Robo del Siglo (SAM 13 CR – 114 MIN – CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 20:40 –  22:10 — 23:10 Hs. Castellano.

CARTELERA LEONARDO FAVIO

Jueves 13/02

19 hs: Una banda de chicas

21 hs: Parasite

Viernes 14/02

18:30 hs: Parasite

21 hs: Una banda de chicas

23 hs: Parasite

Sábado 15/02

18 hs: Parasite

20:30 hs: Parasite

23 hs: Una banda de chicas

Domingo 16/02

18:30 hs: Parasite

21 hs: Una banda de chicas

Martes 18/02

18:30 hs: Parasite

21 hs: Una banda de chicas

Miércoles 19/02

19 hs: Una banda de chicas

21 hs: Parasite

Febrero en el Leonardo Favio.

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Bs As 55, Río Cuarto, Córdoba. 

Programación del 30 al 05 de Febrero.

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CARTELERA DEL 30 AL 05 DE FEBRERO. 

Espías a Escondidas  (ATP. C/R Y L – 102 MIN – CAST)

Género: Animación | Aventuras | Comedia. Sinopsis: El superespía Lance Sterling y el científico Walter Beckett, son casi polos opuestos. Lance es tranquilo, afable y caballeroso. Walter, no. Pero lo que le falta a Walter de habilidades sociales lo compensa con ingenio e inventiva, con los que crea increíbles artilugios que Lance usa en sus épicas misiones. Pero cuando los eventos dan un giro inesperado, Walter y Lance de repente tienen que confiar el uno en el otro de una manera completamente nueva. Y si esta extraña pareja no puede aprender a trabajar en equipo, todo el mundo estará en peligro. Director: Nick Bruno, Troy Quane.Protagonistas: Voces: Tom Holland, Will Smith, Ben Mendelsohn, Karen Gillan, Rashida Jones, DJ Khaled, Masi Oka, Goldie Hawn

Horarios 2D: Todos los días: 16:30 – 20:50 Hs. Castellano.Horarios 3D: Todos los días: 18:40 Hs. Castellano.

 

Mujercitas  (ATP/L – 135 MIN – CAST/SUB)

Género: Drama.Sinopsis: Nueva adaptación de la novela de Louisa May Alcott ‘Mujercitas’, publicada el 30 de septiembre de 1868.La querida historia de las hermanas March -cuatro jóvenes mujeres decididas a vivir la vida según sus propias normas- es atemporal y a la vez de total actualidad.Director: Greta Gerwig.Protagonistas: Florence Pugh, Saoirse Ronan, Emma Watson, Eliza Scanlen, Timothée Chalamet, Meryl Streep, Laura Dern, James Norton, Bob Odenkirk, Louis Garrel.

Horarios 2D:Todos los días: 17:10 Hs. Castellano. Todos los días: 22:20 Hs. Subtitulado.

 

1917 (SAM 16 – 119 MIN – CAST)

Género: Drama | Guerra.Sinopsis: En lo más crudo de la Primera Guerra Mundial, dos jóvenes soldados británicos, Schofield y Blake reciben una misión aparentemente imposible. En una carrera contrarreloj, deberán atravesar el territorio enemigo para entregar un mensaje que evitará un mortífero ataque contra cientos de soldados, entre ellos el propio hermano de Blake. Director: Sam Mendes. Protagonistas: George MacKay, Dean-Charles Chapman, Mark Strong, Andrew Scott, Richard Madden, Daniel Mays, Adrian Scarborough, Jamie Parker, Nabhaan Rizwan, Claire Duburcq, Colin Firth, Benedict Cumberbatc

Horarios 2D: Todos los días: 20:20 – 22:50 Hs. Subtitulado.

 EN CARTELERA 

Dolittle (ATP – 106 MIN – CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 16:00 Hs. Castellano.

 

El Robo del Siglo (SAM 13 CR – 114 MIN – CAST)

Horarios 2D:Todos los días: 19:10 – 21:40 – 23:00 Hs. Castellano.

  

Jumanji: El Siguiente Nivel (SAM 13 – 123 MIN – CAST)

Horarios 2D:Todos los días: 16:40 Hs. Castellano.

  

Frozen: 2 (ATP CR y L – 103 MIN – CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 18:00 — *20:00* Hs. Castellano. *No se proyecta martes 04*

FEDERICO FELLINI: DEL GENIO CREATIVO A LA MISTIFICACIÓN.

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Por Amilcar Nochetti. Miembro de la Asociación de Críticos de Cine de Uruguay (filial Fipresci)

El 20 de enero se cumplieron cien años del nacimiento de Federico Fellini, un cineasta mítico del cual en la actualidad parecería casi obligatorio decir que es el gran maestro del cine italiano. Sin embargo, los que así lo proclaman olvidan (o no saben) cuán enojados estuvieron (estuvimos) todos con el maestro a partir de 1965, cuando comenzó a canjear su indudable talento por el ego desmesurado que lo aquejaba, dinamitando él mismo de esa forma sus mejores posibilidades como creador. Parece una herejía decir esto hoy, pero el centenario de Fellini, hombre importante para el cine, qué duda cabe, es buena ocasión para poner los puntos sobre las íes respecto a las dos caras de su faceta creativa.

 

DOS FELLINIS. Exigirle a un artista que se limite sólo a expresar la realidad sería muy injusto, porque eso lo obligaría a perder contacto con la fantasía y la imaginación, que en definitiva son los alimentos básicos de todo acto creativo. Pero las cosas se complican mucho cuando el propio artista, a fuerza de inventar cosas, se convence que ese mundo paralelo es el verdadero, y termina olvidando quién es, de dónde proviene y hacia dónde pensaba dirigirse en el futuro. Cuando eso sucede es lícito hablar de delirio, y en el caso de Fellini es mucho peor, porque llegó a inventarse una autobiografía e imponérsela al mundo entero, no se sabe bien por qué. Como era lógico, terminó volcando esa fantasía desorbitada en su obra, lo cual tampoco estaría mal si hubiera servido para que su cine creciera a nivel estético y en contenidos. Hasta mediados de los años 60 todo marchó sobre ruedas con el cine de Fellini, porque tuvo la habilidad y el talento de practicar un juego de fantasías y evasiones donde varias fábulas meticulosamente construidas fueron presentadas como veladas confidencias de su vida privada, y expuestas de tal manera que el espectador podía acceder allí a una serie de reflexiones valiosas sobre la nostalgia de la infancia, las amarguras del amor, el temor a la muerte y la soledad del acto creador.

 

Claro, toda auto confesión tiene sus límites y a Fellini éstos parecen haberle llegado en 1963, cuando tenía 43 años, edad que parece adecuada para madurar. Seguramente él mismo debió haberse dado cuenta de ello, y es allí que su obra dio un feo giro de campana. ¿Por qué feo? Porque hasta ese momento sus mistificaciones eran de carácter individual (fantasías sobre su propia vida, como puede hacer cualquier niño o preadolescente), pero a partir de 1965 pasaron a convertirse en mistificaciones de tipo intelectual. Fellini comenzó a pontificar sobre todo lo que pensaba de la cultura, el mundo, el arte, la política, la sociedad y las mujeres, de las que parecía no tener muy buena opinión, para horror de las feministas de ayer y hoy. Entonces, aquel Fellini apegado a sus fantasías de infancia y adolescencia se transformó como por arte de magia (la que le dieron servida en bandeja los que lo proclamaron el mejor cineasta vivo de entonces) en un intelectual presuntuoso que sin duda dominaba de manera admirable los recursos expresivos del cine, pero terminó ignorando que el mundo y la vida no se remiten solamente a su propio ombligo.

EL QUE DIJO SER Y EL QUE FUE. Hoy todas estas objeciones pueden parecer un ataque de este crítico, que quizá esté enojado con Fellini por alguna oculta razón personal. No es así, porque en realidad nada de esto es nuevo. En una fecha tan temprana como 1954 (Fellini recién había terminado su tercer largo personal) el crítico e historiador de cine Guido Aristarco escribió en la revista Cinema Nuovo: “En Fellini el recuerdo, la memoria, la autobiografía, los motivos y los elementos subjetivos de sus films, carecen de vínculos y correspondencias históricas. Su participación en la realidad es episódica, fragmentaria, nutrida sólo parcialmente por elementos y vínculos artísticos. En él no se vierten nuestras experiencias actuales, porque Fellini no cuenta con firmeza cultural ni ideológica”. Sin embargo, esta temprana reflexión de Aristarco cayó en saco roto, y los historiadores y críticos de cine terminaron confiando a ciegas en la biografía apócrifa que Fellini se (y nos) había regalado. Es así que convendría saber en detalle cómo fue la vida de Fellini según Fellini, y contraponerla a su vida real, hoy claramente revelada por sus biógrafos. De esa manera el cinéfilo podrá entender mejor por qué sus notables películas del período 1950-1963 se transformaron en el mazacote indigerible que, con algunas honrosas excepciones, caracterizó al cine de Fellini de 1965 en adelante. Punto por punto, según Federico las cosas fueron así:

 

1) Había sido un niño triste que pasó la infancia en un colegio de curas y las vacaciones en el campo, junto a su abuela.

2) Cierto día conoció al Circo Pierino, con el cual terminó huyendo.

3) Esa fuga (en un momento impreciso entre los siete y los nueve años) sucedió porque Federico ayudó a curar una cebra. A raíz de ello fue aceptado por la troupe, y todo ese edén habría terminado cuando un amigo del padre lo reconoció y avisó a la familia.

4) Fue en ese entonces que habría descubierto el sexo, gracias a una gordísima prostituta provinciana.

5) Luego llegó la etapa liceal en Rímini, y de allí se habría escapado a los 15 años (1935) con una compañera de estudios, con la que terminaron escuchando un discurso de Mussolini contra el emperador de Etiopía Haile Selassie.

6) Más allá de esa escapada, la vida en Rímini era muy quieta, por lo cual Federico y sus amigos se dedicaban a llevar a cabo bromas pesadas contra todo el mundo.

7) Luego comenzó a hacer caricaturas, hasta que fue contratado desde Florencia para dibujar la versión italiana del cómic “Flash Gordon en Saturno”.

8) En 1939 habría emigrado a Roma, donde conoció al actor Aldo Fabrizi, que tenía por entonces una compañía de teatro ambulante. Según Fellini, conoció a Aldo en un café, se presentó como periodista, y media hora más tarde fue contratado como libretista.

9) Luego conoció a Giulietta Masina en la radio, comenzó a hacerle libretos, se casaron durante la ocupación y, siempre según Fellini, durante esos duros años se ganó la vida caricaturizando soldados estadounidenses a los que atraía con carteles en inglés que decían cosas como “Cuidado: el más feroz caricaturista te está observando en este momento. Siéntate y tiembla”.

10) Por último, ya en 1945, un día el director Roberto Rossellini habría pasado por ese puesto de feria de Federico y lo terminó contratando para colaborar en un documental sobre un sacerdote romano fusilado por los nazis.

 

Todas estas cosas están, más o menos veladamente, en sus películas, y eso no es insólito. Lo insólito es que esa biografía “oficial” ya comience siendo ficción desde el principio. ¿Qué hay de verdadero en todo lo anotado? Sólo los datos generales: que nació en Rímini, que tenía una abuela con la cual pasaba las vacaciones, que estudió en un colegio de curas, que sabía dibujar, y que se casó con Giulietta Masina, por supuesto. Pero hay otras cosas que conviene dejar en claro:

 

1) El circo Pierino existió, pero Fellini nunca curó ninguna cebra ni se fugó con él.

2) La compañera de estudios se llamó Bianca Billi, y tampoco huyó con él a ningún lado.

3) Aldo Fabrizi lo conoció como cronista del Popolo de Roma, pero nunca lo contrató por la sencilla razón que en 1939 el actor no tenía compañía teatral propia.

4) Una vez llegado a Roma Fellini no se movió de allí hasta 1945, por lo menos. Eso significa que sus recorridas juveniles y sus giras por el país nunca existieron, sino que en realidad fueron anécdotas personales que le contó Fabrizi en 1942 y que Fellini incorporó a su biografía apócrifa y al libreto de su primera película, hecha a cuatro manos con Alberto Lattuada en 1950. Eso también significa que la primera vez que recorrió Italia fue recién en 1945 junto a Rossellini, cuando ya era su colaborador.

¿Quién no ha mentido algunas veces? El que lo niegue estará mintiendo. Pero el acto de la mentira, que en forma esporádica puede llegar a convertirse en un defecto un tanto enojoso, al transformarse en verdadera mistificación genera una peligrosa necesidad vital que permite volver fascinantes y/o excitantes los hechos más cotidianos. Con esa fórmula Fellini, gracias a su talento innegable, pudo nutrir de poesía a sus obras de los años 50 e inicios de los 60 aunque, incapaz ya de la más mínima moderación, casi todo su cine posterior perdió sus ataduras con la realidad y con personas y lugares identificables, para convertirse en un verdadero desvarío que sanamente sólo podía resultar interesante para él, sus seres queridos y su cohorte de seguidores fanáticos. Por todo eso resulta lógico, incluso natural, que su obra haya empezado de la mano del neorrealismo, al que sumó preferencias personales (la magia, el circo), para poco a poco dejar de tener contacto con la realidad italiana, convirtiéndose en un monólogo privado de difícil digestión.

 

ETAPA INICIAL (1942-1953). Lo cierto es que en 1942 y 1943 el joven Fellini realizó seis libretos para films pasatistas, en los que adquirió rápida experiencia en el arte de la escritura para el cine. Después tuvo lugar su encuentro con Roberto Rossellini y allí surgió el milagro de Roma, ciudad abierta (1945), que hizo famosa en el mundo entero a la corriente neorrealista, existente desde 1942 gracias a Luchino Visconti y Obsesión. A partir de ese momento, durante un estupendo quinquenio, Fellini realizó brillantes libretos para títulos y realizadores míticos en el cine italiano. Continuó junto a Rossellini en Paisà (1946), Amor (1948) y Francisco, heraldo de Dios (1950), mientras ampliaba el abanico de su incipiente talento para Alberto Lattuada (Delito, 1947; Sin piedad, 1948; El molino del Po, 1949) y Pietro Germi (Maffia, 1949; El camino de la esperanza, 1950; La ciudad se defiende, 1951; Jornada heroica, 1952). Esos títulos enfocaron sin concesión una realidad italiana fea, de hambre y penuria posbélicas, a la que parecía un imperativo moral denunciar como correspondía. Hay que reconocer que, más allá del talento de Rossellini, Lattuada y Germi, esas películas no serían exactamente lo que son sin los acerados libretos de Fellini, un joven que parecía firmemente encaminado a proseguir la senda de sus maestros.

 

Su carrera como cineasta comenzó de la mano de su colega Lattuada, con el cual codirigió Luces de varieté (1950), que narra las peripecias de un grupo de artistas de variedades, en medio de abundantes amores, infidelidades y traiciones. La protagonista Carla del Poggio es una joven bella y talentosa, aunque su torpeza y su ambición pueden llegar a complicarle las cosas, por lo que se une a una troupe ambulante dirigida por un artista cercano a la vejez (Peppino De Filippo), que rápidamente se siente atraído por la joven y promete ayudarla a triunfar. Si bien el tono general con que está narrado el film parece de Lattuada, el resultado final luce profundamente felliniano por el humor melancólico y amargo con que pinta la vida lamentable de los actores de café concert en gira por las pequeñas ciudades italianas.

El sheik (1952) marcó el verdadero debut de Fellini detrás de la cámara. Es su película más sencilla, y sin embargo parece reveladora a nivel personal. Cuenta la historia de Iván (Leopoldo Trieste) y Wanda (Brunella Bovo), que se aman, pero se enfrentan a algo más viejo que su existencia como pareja: son dos personas individuales y tienen gustos diferentes. Iván es hijo de la realidad, Wanda de la fantasía. Iván tiene miedo a su jefe, Wanda ama la libertad. Iván aspira a ser secretario del ayuntamiento de su pueblo, Wanda quiere vivir una historia de amor apasionada con un héroe de fotonovela. Cuando llegan a Roma de luna de miel Iván mira los monumentos y Wanda a los romanos. Es entonces cuando aparece Alberto Sordi para enlazar la fantasía del espectáculo con la de la inocente Wanda. La chica apasionada conoce al jeque blanco de las fotonovelas, un actor de cuarta que de todas formas atrae a la joven decepcionada con la rutina y previsibilidad de su apocado marido. Parece evidente que Wanda es casi un alter ego de Fellini, sumida en la duda de con quién quedarse definitivamente: si con la barata bondad del marido o con el hombre mediocre, machista y rudo que se esconde tras su fantasía juvenil. Por lo tanto, el film simboliza la carta de presentación de Fellini en esa dualidad, esa ambivalencia que iría marcando su obra hasta que se decantó claramente hacia la fantasía y el escapismo. Aquí estaba posicionado del lado correcto: el final de la película es meridiano al respecto.

Los inútiles (1953) en cambio parece un diario de adolescencia. En Rímini los jóvenes disponen de bastante dinero para vagar por las calles y pasar el tiempo en distracciones estúpidas y francachelas. Salen de fiesta por la noche, van al bar o al billar, conquistan chicas, llegan tarde a casa, duermen hasta el mediodía y repiten la misma rutina día tras día, hasta que uno de ellos deja embarazada a la hermana de otro, y tras intentar huir no le dan más alternativa que casarse. De todos modos, eso no produce cambio alguno en ellos, excepto en el hermano de la joven, que comienza a replantearse su existencia. Con esos personajes Fellini pareció compartir el aburrimiento, la ociosidad causada por la falta de expectativas y la falta de respeto por los demás, que no es más que falta de respeto por ellos mismos. Felizmente Fellini filmó sin estridencias, porque para eso ya está el elenco, muy en la línea histriónica de la comedia clásica italiana, aunque aquí no se trate de una comedia precisamente, sino de un film chejoviano, tan minucioso en su relevamiento de una realidad visible que el título original (Vitelloni) pasó a designar a esos “desocupados” de la burguesía. En plena época neorrealista Fellini (que ganó aquí un León de Plata en Venecia) se decantó por una película bastante alejada de esa premisa, aunque el cambio de ambiente y personajes no significó canjear el registro, ya que mantuvo un estudio perforador de sus personajes, dejando claro que miseria no es sólo sinónimo de pobreza.

GRANDES CULMINACIONES (1954-1963). La primera obra maestra fue La Strada (1954), que en lo exterior luce neorrealista (pueblitos provincianos, periferias ciudadanas, gente humilde) pero su contenido apela al diseño interior de una anécdota que progresa más en base a la emoción que al propio anecdotario. El film se aleja de un enfoque realista al centrarse casi exclusivamente en dos personajes muy estilizados como son Zampanó (Anthony Quinn), una bestia egoísta y brutal, y Gelsomina (Giulietta Masina), campesina ignorante y mentalmente retrasada. Cuando se les incorpora el Loco (Richard Basehart) aumenta la dosis de fantasía, aunque milagrosamente la película no pierde su unidad expresiva y estilística. Fellini mostró cómo la inocencia, la escondida creatividad y la pureza de Gelsomina llegan a afectar a Zampanó y atravesarle la dura caparazón con que enfrenta la vida. Esa exploración de lo humano se realiza a través del sentimiento y la emoción, porque la película maneja dos términos opuestos: el egoísmo (Zampanó) y la capacidad solidaria en estado puro (Gelsomina). Gracias al Loco, sin embargo, hay una dimensión espiritual más amplia que termina adquiriendo un simbólico tono de raíz cristiana, que no viene por el lado dogmático sino que surge de las ideas que sustenta la trama, cuyos tonos franciscanos se hacen presentes en el reiterado contacto de Gelsomina con plantas, animales, niños e incapacitados, en la aceptación de un sentido superior para la existencia (al que se accede mediante el sacrificio), en el impulso solidario con que podemos acercarnos a los demás con humildad. Los contenidos espirituales están aquí al servicio de una visión poética, y eso se da incluso en niveles bastante inesperados, como puede ser ligar a los tres personajes principales con elementos de la naturaleza (Gelsomina y el agua, Zampanó y el fuego, el Loco y el aire), junto a elementos visuales expresivos (la estrambótica furgoneta de Zampanó, la trompeta de Gelsomina). La notable partitura de Nino Rota y las antológicas labores de Quinn y Masina marcaron la sensibilidad de un realizador que se hallaba en el momento creativo más pleno de su discutible carrera. La Strada ganó el Oscar a la mejor película extranjera y el Premio OCIC en Venecia, y convirtió a Fellini en una joven celebridad mundial.

Su siguiente película, Il Bidone (1955), está plagada de tierra: en las calles romanas, en los caminos polvorientos, en los sembradíos y los rostros rugosos de la gente del campo. El elemento terrenal es importante aquí, no sólo para mostrar cosas, sino porque también las oculta: encubre a los impostores, llena de polvo sus falsos atuendos y sus zapatos, camufla profundo el tesoro de baratijas que los granujas han sepultado y que utilizan para engañar a los pobres y hambrientos campesinos de los alrededores de Roma. Una tierra por la que serpentean el veterano protagonista (Broderick Crawford) y sus compinches (Richard Basehart, Franco Fabrizi), aferrándose a ella como pueden. Eso sirve como metáfora para definir la situación social de un país que intentaba levantarse de la derrota bélica, donde unos utilizan el barro para reconstruir edificios y sembrar cosechas, y otros entierran fortunas de juguete que ilusionan a los más necesitados. Cerca del final hay una elipsis temporal: los integrantes del coche cambiaron y el protagonista no va acompañado de sus amigos, sino que prepara el viejo timo con nuevos compinches, pero su rostro refleja malestar, pesadumbre, siente que le resulta imposible escapar de esa vida, ya es demasiado viejo, no tiene la fortaleza juvenil ni la bondad e inocencia de sus dos antiguos “alumnos”. Su discurso no puede cambiar, pues el engaño es la única manera de vivir que conoce, pero intentará redimirse a su manera, quedándose con todo el dinero ultrajado a los pobres para pagar la carrera universitaria de su hija Giulietta Masina, aunque en eso se le vaya la vida. Si algo estaba cambiando en la sociedad italiana de los años 50, quedó muy bien reflejado en estos personajes, que luchaban a diario por la supervivencia.

En Las noches de Cabiria (1957) Giulietta Masina es una prostituta enamoradiza que se pasea por las calles de Roma teniendo múltiples encuentros, pero muy pocos clientes. Ahorradora, católica, pobre e inmensamente digna, con su casa, sus amigas, su barrio y su esquina, nos convence que se puede ser feliz ejerciendo una profesión como la suya, saliendo de paseo con su proxeneta y sus compañeras de trabajo, y respetando los días de descanso de la clientela. El camino de Cabiria parece consistir en dar vueltas sin salir del círculo de engaños al que le conduce su propia inocencia lunática. Pero de la noche a la mañana abandona el arrabal y se dirige a la ciudad, espacio donde Fellini acostumbró a concentrar todos los vicios de su Italia carnavalesca. Lo de Cabiria es un disparate en toda regla: conoce a un tipo imponente, guapo, rico, que la utiliza y finalmente la echa de su cama ante la llegada de la desairada amante. Y luego otro hombre se cruza en su vida, de esos que hacen promesas mientras le miran el bolso y tienen planes inconfesables de los cuales se percata cualquiera menos la pobre Cabiria, signada a sufrir porque prostituta e ingenua es una mala combinación. Sin embargo, Cabiria sigue viva, imperecedera en su esperanza, que era sin duda alguna la de todo un país. Lo último que sabemos de ella es que avanza sola por una carretera, derramando lágrimas y sonriendo al mismo tiempo, cuando una improvisada caterva de muchachos se entremezcla con ella. Quizás ésta sea la película que mejor refleja la diferencia entre el Fellini apegado a lo humano y al enorme respeto que parece sentir por esa mujer, y el que más tarde se refugiaría en un universo aparte, con “la mujer” como sinónimo de castración. Es que acá Fellini habla de una mujer extraordinaria que pasa por estúpida en un entorno constituido por hipócritas. Ella es un ser incapaz de cometer maldades y sufre terribles pruebas, culminadas en algo parecido a un milagro. Fellini habló aquí de lo más cercano, y paradójicamente se terminó refiriendo a lo eterno. Con este film el cineasta se llenó de premios (Oscar, Premio OCIC en Cannes, David de Donatello, Concha de Plata en San Sebastián), y tocó el cielo con las manos.

La Dolce Vita (1960) fue una segunda obra maestra. Estudió la vida disoluta del gran mundo, focalizada en Roma, meca del catolicismo y del sensacionalismo, del turismo y del proxenetismo. Pero ese mapa ominoso no tiene necesariamente sus límites en la bota itálica, y eso convierte a la película en un logro imperecedero. Los protagonistas de la extensa saga son un periodista de éxito (Marcello Mastroianni), su cargosa novia (Yvonne Furneaux) y una estrella de cine (Anita Ekberg) que resume toda la teoría y práctica del erotismo como industria. Pero no menos importantes son algunos personajes episódicos, como el intelectual (Alain Cuny) que mata a sus hijos y luego se suicida, o la amiga de Marcello (Anouk Aimée), inmersa en una orgía perpetua. Y por allí también asoma el padre del protagonista (Annibale Ninchi), de visita en la ciudad, personaje que funciona como catalizador de sentimientos, en el episodio más profundo del film. La descripción de esa variada fauna es incisiva y feroz, pero Fellini no se complace con ella, sino que le vuelca cierta piedad cristiana: su ancha mirada pasea por esos seres sórdidos y viciosos, porque casualmente eran ellos quienes debían ser mirados. Esta honestidad le impidió transformar la realidad a su antojo, y por ello surgió un sonado escándalo. ¿Se pretendía acaso que los homosexuales aparecieran bajo una luz más discreta, o que fuera menos intolerablemente cruel la escena en que la banda de fotógrafos asalta la descomposición del rostro de una mujer cuando van a enterarla de la muerte del marido y sus dos niñas? ¿O se esperaba que el protagonista, ese ser pusilánime y gastado, le dé la espalda en la bucólica escena final al mundo podrido que lo atrae, para escuchar la voz de la Gracia que le llama desde una orilla opuesta? No, nada de zurcidos invisibles: Fellini no tiene aquí más compromiso que con la verdad, y que el público de entonces se haya sentido herido como por un golpe bajo fue una reacción auspiciosa, porque el público es el gran ausente del film, y sin embargo también está implicado en el reto de Fellini. La película aún luce un nivel cinematográfico perdurable con su summa de episodios terribles, en medio de dos paréntesis de notable persuasión conceptual. Uno al inicio, con la estatua de Jesús balanceándose desde un helicóptero por encima de los barrios romanos, y otro al final, deteniéndose en el rostro matinal de la adolescente: su permanencia en foco durante varios segundos parece una apelación a la caridad bien entendida, aquella que empieza por los demás. Esfuerzo, valentía y honestidad en un film ganador de la Palma de Oro en Cannes, lo cual aumentó de manera exponencial el mencionado escándalo.

Y después del episodio “Las tentaciones del doctor Antonio” para el colectivo Boccaccio 70 (1962), Fellini se metió por primera vez de lleno en sí mismo, lo cual generó su tercera obra mayor, Ocho y medio (1963). La película fue en su momento una lección de cine bastante incomprendida por amplios sectores del público. Era una especie de confidencia, de autobiografía más o menos imaginaria, sabiamente ordenada en su exuberancia y en su desorden aparentes. Las dos semanas de cura en los baños termales que debe soportar un cineasta (Marcello Mastroianni) es la presunta “anécdota real” del film, pero su “vida soñada” y la presencia de luces de estudio en locaciones (donde no debería haberlas) difuminan la línea divisoria entre realidad y fantasía, inventando una suerte de categoría globalizadora que alguien llegó a llamar “ilusión cinemática”. La película se abre con un vuelo iniciático de poderosa simbología conceptual y culmina en una danza macabra bajo una tormenta en los exteriores de Cinecittá, pautada por la prodigiosa banda sonora de Nino Rota. En medio de esas dos escenas se halla la confesión personal más apasionada y talentosa del realizador, dividido entre la abnegación de su esposa (Anouk Aimée), la ausencia momentánea de su musa (Claudia Cardinale), el recuerdo de mujeres pasadas (¿las putas tristes de Fellini?) y el acoso de los productores, que le exigen un nuevo film. En medio de ese caos también resulta visible que lo que brinda Fellini en esta oportunidad es una verdadera lección de montaje y narración, y un canto de amor por el cine como forma de arte para la salvación del espíritu. Por desgracia, en el desmesurado barroquismo de Ocho y medio se hallaba también el germen de su futuro cine: a partir de entonces Fellini habló de sí mismo hasta la muerte, naufragando en una parafernalia de fuegos artificiales que modelaron un camino irreversible hacia el vacío conceptual.

 

Los dos Oscar (film extranjero, vestuario) y el premio de la crítica neoyorquina obtenidos por Ocho y medio pusieron a Fellini en boca del mundo entero una vez más. Fue en ese entonces que los franceses organizaron una encuesta internacional para discernir cuál era, en opinión de los mejores directores del mundo occidental, el mejor entre sus pares. Cuando todo el mundo esperaba que el triunfador fuera Bergman o Antonioni, inesperadamente Fellini conquistó el primer lugar en la pesquisa. Y se la creyó. A partir de entonces, como polémicamente pero no sin razón declaró años atrás Manuel Martínez Carril, “el cine de Fellini se convirtió en el arte de la bambolla”. Doce largometrajes y un episodio para un film colectivo es la tarea emprendida por el realizador en sus últimos 28 años de vida, y en ese corpus hay lugar para dos películas plenamente logradas, tres medianamente interesantes, cuatro fracasos rotundos y tres bodrios sin atenuantes. Acompañemos al director en su largo viaje del día hacia la noche.

 

RUMBO AL OMBLIGO (1965-1973). Lo primero que Fellini hizo después de su etapa de gloria fue Julieta de los espíritus (1965), fruto de un escape no hacia adelante sino hacia el costado. Giulietta Massina se mete en un viaje de autodescubrimiento generado a partir de una anécdota trivial: la voluntad de descubrir si su marido le pone los cuernos. A partir de aquí, entra en contacto con el mundo de los espectros (vía médiums), que en el fondo es un ensanche de su propia espiritualidad, de los fantasmas que pueblan su pasado y de los anhelos que configuran su futuro. Un caleidoscopio narrativo en el que los saltos temporales se suceden mientras se entremezclan realidad con sueño y prosa con poesía, y en el que prima más lo sensorial que la lógica. Fellini optó por la poética del exceso, de la exuberancia y la voluptuosidad de las formas, en una opción plástica exacerbada que roza con el preciosismo y el kitsch, dada la importancia capital del color y sus posibilidades sensoriales y expresivas. El resultado fue el de un cine libre, mutante, abierto a imprevisibilidades, a múltiples lecturas, con gran capacidad alegórica y que casi nunca se deja domesticar. El impacto de la película fue mínimo frente a sus anteriores obras mayores, pero aún con sus excesos el resultado no era del todo rechazable.

 

Algo mejor, dada su escasa duración (37 minutos), fue el episodio Toby Dammit (1968), que narra el proceso de decadencia de un actor que ha hecho un pacto fáustico para obtener dinero, sexo fácil y éxito. Desde esta perspectiva, el corto podría entenderse como la crónica de un peculiar y dantesco descenso a los infiernos por parte del protagonista. Por otro lado, Fellini plantea una corrosiva y sarcástica reflexión sobre el significado de la fama y la fatuidad de la industria del cine, tamizada por una visión fantástica del mundo, desencadenando confusiones espacio-temporales y provocando mucho desconcierto en el espectador, que no sabe si todo es real o producto de la distorsionada mente de Toby. Este rico universo de ideas, sugerencias y sensaciones se apoyó en una espléndida labor de Terence Stamp, quien dotó al personaje de un halo de maldad y ambigüedad sexual acorde con el turbio ideario de Poe en su estrafalario cuento “No te juegues la cabeza al diablo”.

 

El primer error grave en la carrera de Fellini fue Satyricón (1969), basada en un famoso libro del escritor romano Petronio. Dos adolescentes discuten sobre a quién corresponde la propiedad de un tercer joven. Este chico elige a uno de ellos, el rechazado se salva de morir en un terremoto y comienza una serie de peripecias para ir descubriendo nuevos amores en la Roma pagana y disoluta de tiempos de Nerón. Este film visiblemente caótico no sabe lidiar en ningún momento con sus excesos visuales, que no reflejan a la sociedad que intenta retratar, sino que son un capricho estético donde la crueldad, la amoralidad, la pasión y el desprecio por uno mismo no surgen del anecdotario, sino que parecen decretados unilateralmente desde el libreto. El resultado fue superficial y falso, y no contiene un destello de creatividad genuina. Aquí ya asomaba el arte de la bambolla.

 

Una leve recuperación se logró con el documental para TV Los payasos (1970), que reivindicó el desprestigiado arte circense. El material incluye entrevistas con antiguos payasos famosos que ya fueron olvidados, escenas de infancia del director, explicaciones sobre su obsesión por el circo y un homenaje final a los payasos. Realizada para la RAI, hay que rescatar su ingenio, su mensaje, su emotivo final y fundamentalmente su premeditado tono menor, algo que Fellini olvidaría para siempre a partir de este momento.

 

Roma (1972), en cambio, es el primer bodrio sin atenuantes del director. Fellini presenta un film evocativo con componentes documentales debido a la reproducción de paisajes originales y costumbres del lugar. El hilo conductor es la presencia de un narrador (él mismo) ya que aquí no existe un protagonista absoluto o personajes delineados con un perfil psicológico específico. Lo que sí hay son seres y anécdotas reconocibles: un Fellini joven que llega a la gran ciudad en la preguerra, una cena en un restorán al aire libre con todo el pueblo reunido, proyección de películas en el cine del barrio, visitas a los burdeles en donde la abundancia de carne femenina y la obsesión macro mamaria del cineasta surgen como elemento repetido hasta el hartazgo. El resultado es absolutamente disperso y llamativamente carente de interés, porque Fellini no sabe sacar universalidad a nada de lo que cuenta. Todo semeja un caro caprichito personal donde las bellas formas volvieron a querer ocultar un absoluto vacío de contenidos.

Como para tapar la boca de quienes comenzábamos a rechazar su cine, Fellini se recuperó por completo con Amarcord (1973), por la cual conquistó un nuevo Oscar y dos David de Donatello, aunque habría que preguntarse cuánta importancia puede haber tenido en esa recuperación el hecho que Fellini se desembarazó de su guionista habitual, Bernardino Zapponi, canjeándolo por el gran Tonino Guerra. Sea como sea, Amarcord es la película en donde está todo Fellini: la provincia como sinónimo de aislamiento, separación, tedio, abdicación, descomposición y muerte. Sus habitantes se reúnen para hacer tonterías y cuando están solos es la pérdida, la soledad. Amarcord es sobre todo un film sobre los rituales de una comunidad y los cambios de estación. En esta pauta rítmica básica, los sueños y otras fantasías desempeñan un papel tan importante como los propios recuerdos. El título significa «me acuerdo» en el dialecto de Rímini. Aquí Fellini confió más en su sana imaginación que en la observación realista de las cosas. Inevitablemente los ritos de iniciación a la pubertad y el espectáculo de la política (que llegan al clímax con la rubia y ninfómana Volpina y el carismático Mussolini) tienen su origen en unas mismas libidos torturadoras. El sector privilegiado de la visión poética de Fellini es la plaza mayor local, foro público donde las personalidades y caracteres pasan y se mezclan continuamente. La vida privada apenas parece existir en unas comunidades dominadas por el chismorreo, los rumores y los mitos. Sin embargo, es precisamente en el reino de lo privado donde se desarrollan los sueños colectivos de la pequeña ciudad provinciana retratada por Fellini, caracterizados por extravagancias y anhelos sexuales que parecen negados a la mayoría de los ciudadanos. Amarcord es una película inolvidable.

 

BIENVENIDOS AL OMBLIGO (1976-1993). Después de ese pico creativo Fellini se hundió sin remedio. Casanova (1976) fue un caro exabrupto. Un enorme despliegue de producción, con mares de plástico y decorados reconstruyendo Venecia, Roma, Parma, Londres, París y Dresde en Cinecittá, y un rodaje accidentado por variados percances e interrupciones a lo largo de tres años, desembocaron en una película que se basa en las memorias de Casanova y evoca sus amores con doce mujeres. Pero a Fellini no le gustó el personaje: “Casanova no existe, no le conozco, no pude hallarle en las páginas que se supone han de revelarle. Casanova es una persona completamente exterior, sin secretos, sin vergüenza, es impreciso, indiferente, ordinario, convencional, una fachada, una falta completa de individualidad. Eso es lo que es”. Lo primero que cabe preguntarse entonces es para qué (o por qué) una película sobre alguien por quien no se siente interés. Aun así, resulta increíble que no haya sabido extraer algo rico de las peripecias de un hombre que se movió en el núcleo político y cultural del siglo 18, que pasó del hábito religioso al uniforme militar y luego a ser un hábil cortesano, un experto en filosofía, matemáticas y medicina, que conoció papas, monarcas, filósofos y dramaturgos. Si la personalidad individual de Casanova no le interesaba, Fellini disponía del material proporcionado por las agitaciones de la Ilustración, la crisis del Antiguo Régimen y la Revolución. Pero no hizo un film sobre Casanova o su época, sino sobre la sensación de vacío que le produjeron las Memorias. El vacío del film fue, por lo tanto, el del propio Fellini.

 

Ensayo de orquesta (1978) en cambio es un film ingrato. Aquí Fellini pareció volverse hacia algo muy sencillo, de apenas 70 minutos, y con una única y primitiva escenografía: un salón, un espacio acústico diseñado para escuchar sonidos puros. Pese a ese presunto minimalismo, las viejas obsesiones se dan cita, empezando por la música, pretexto claro del film, pero también emerge la sensación de estar armando un número de circo con las entrevistas payasescas que se realizan a viejos inmóviles y jóvenes impulsivos. Además, se dan cita algunas claves psicoanalíticas (la presencia maternal de una arpista dulzona, los desvaríos sexuales de mujeres hacia sus instrumentos, el símbolo destructor de la impresionante bola negra), al igual que cierto anticlericalismo. Algo nuevo en cambio fue la presencia del sindicalismo, y es ese toque social lo que convierte en rechazable esta propuesta. Aquí se asiste al enfrentamiento del creador con un mundo caótico que obstruye la inspiración, perturba el sentido purificador y místico del arte y subvierte sus bases. Por eso el director de orquesta grita y exige. Entonces llega la rebelión y, con ella, nuevas exigencias, aunque finalmente torne la comprensión y los que se destrozaban se ayudan, porque están salvados por las obras que producen. Entonces el maestro retoma su lugar, sus gritos y exigencias, y los músicos el suyo. El positivismo (orden es progreso) no parece ajeno a esta filosofía de fuerte contenido mistificador, aunque habría que saber explicar la utilidad o el aporte de un film tan absolutamente reaccionario. El resultado es un mar de simplezas sin sentido, completamente inútil y profundamente antipático, sobre todo porque en nuestra región se presentó en plena época de dictaduras militares, cuando teníamos demasiados “directores de orquesta” modelando nuestra diaria realidad.

 

Otro espanto sin atenuantes resultó La ciudad de las mujeres (1980), que parece la película de alguien que pide disculpas. Su alter ego fílmico (Marcello Mastroianni) pide perdón al mundo femenino por su recién descubierto machismo recalcitrante. Empero, Fellini lo hace mediante una de las películas más machistas de la historia: pide perdón y a la vez insulta, convirtiendo su trabajo en una ofensa a la dignidad de las mujeres y al buen gusto. Porque este es un film machista: todo el fragmento desarrollado en la mansión en la que se lleva a cabo una convención feminista causa vergüenza ajena, porque Fellini reduce el feminismo a un reclamo de conquistas en el terreno de la sexualidad. En un acto de simplificación y vulgarización, las feministas son en este film un grupo de histéricas que reproducen comportamientos infantiles y asumen como único objetivo la inversión de términos en la estructura de poder del hombre sobre la mujer. Fellini no entiende los reclamos del verdadero feminismo, y en su intento de reproducción ridiculiza y reafirma su visión machista de la mujer. Una película para el más piadoso de los olvidos…

 

De Y la nave va (1983) se habló de manera ditirámbica, pero debo confesar que nunca me convenció del todo. Reconozco que es una mediana recuperación frente a los desastres anteriores. Los primeros minutos son un maravilloso homenaje al cine mudo: se muestran imágenes del puerto en blanco y negro en completo silencio, mientras van llegando los protagonistas. De repente aparecen el sonido y el color. Se entregan unas cenizas al capitán del barco, los pasajeros suben a bordo y empiezan a cantar una emotiva ópera, mientras la nave se dispone a abandonar puerto. En esta oportunidad Fellini supo dominar durante largos trechos su propio estilo, aunque a la larga suspende la realidad en favor de cualquier peregrina idea que se le pase por la cabeza y le parezca que puede funcionar. La diferencia (a favor) está en que esa libertad la utilizó en momentos muy puntuales, mientras el resto del film es bastante moderado dentro de lo que es su estilo.

Y luego llegó un milagro: en Ginger y Fred (1986) todo sucede en un día, desde que sus personajes se reúnen para participar en un programa de TV hasta la posterior separación. Y ocurre además en el ambiente de los cómicos de la legua, los payasos, la troupe de enanos y los sosías de figuras famosas que rodean a su pareja central (Giulietta Masina, Marcello Mastroianni), antiguos imitadores de Ginger Rogers y Fred Astaire reunidos luego de varias décadas. En el filo mismo de la burla y la piedad, Fellini pasa revista a los pequeños caprichos, las coqueterías y los pudores de sus ancianos bailarines, mientras se instala una vez más en su mundo: la acción se desarrolla casi por entero entre decorados de estudio, pero si otras veces pudo objetársele con razón su encierro en sí mismo, ese reproche no le cabe a esta película, porque su tema central es el mismo de la poesía lírica: la constatación del inexorable paso del tiempo, la imposibilidad de recuperar el pasado, la inequívoca proximidad de la muerte. Pero su entrelínea tiene que ver también con la deshumanización de la moderna sociedad desarrollada, la ausencia de espiritualidad, la reducción del individuo a mercancía u objeto del morbo y la curiosidad pública. El blanco más obvio del film es por supuesto la TV, con su bombardeo de publicitaria idiotez, la burocrática insensibilidad de animadores, asistentes y responsables de programas ante los pedidos de los participantes, y la explotación con criterio circense de casos patéticos, grotescos o simplemente merecedores de tratamiento más respetuoso. Fellini contempla ese infierno a través de los ojos extrañados de su pareja protagónica, y recupera su vieja inventiva visual, sin caer en el decorativismo que ahogó casi todo su cine posterior a 1965. Y lo hace con la calidez de sus mejores tiempos, con la capacidad para descubrir en el gesto, la mirada, la sonrisa apenas insinuada, al hombre y la mujer detrás de la máscara.

 

Después llegó La entrevista (1987), que surgió como film de encargo por la celebración de los 50 años de Cinecittá, aunque la imaginación febril y ególatra de Fellini no podía cumplir en forma impersonal un proyecto ajeno. El cineasta propone tres películas en una. La primera es la entrevista emprendida por un equipo japonés que desea descubrir los métodos de trabajo del maestro. La segunda es la serie de recuerdos reales o imaginarios del cineasta a propósito de Cinecittá. Y la tercera es la película sobre Kafka que Fellini simula preparar. A diferencia de Truffaut en La noche americana, que distingue realidad de ficción, en Fellini no hay una clara diferencia entre esos planos: su film es un conjunto donde las escenas se entrecruzan y se mezclan conduciendo al espectador de una época y lugar a otros. La ficción contamina la realidad y viceversa, y el juego de magia se prolonga por siempre jamás. Pero todo lució más atractivo en el papel que en la pantalla, porque aquí afloró una vez más el narcisismo desorbitado de Fellini, lo cual a estas alturas podía catalogarse de inmadurez extrema, teniendo en cuenta que el director ya tenía 67 años. El film padece una evidente contradicción: no sabe desligarse del mundo exterior, aunque funciona siempre nutriéndose de todo lo que toca para alimentar un ego gigante. Es verdad que esto es mejor que los antiguos mamotretos, pero no pasó de ser un borrador lustroso.

 

Algo similar ocurrió con el largometraje final del cineasta, La voz de la luna (1990), que trata sobre la locura, representada por la influencia de la luna en dos personajes bastante curiosos: Roberto Benigni, que acaba de salir de un psiquiátrico sin estar curado, aunque de hecho es inofensivo; y Paolo Villaggio, funcionario que también ha perdido la razón y cree que todo lo que le rodea es falso. Ambos se encuentran en un extraño pueblo situado en la zona pantanosa del río Po. Como casi siempre en Fellini, la estructura narrativa de la película se compone de una serie de episodios surrealistas vividos por ambos personajes y por los secundarios que se cruzan en sus caminos. El film se convierte en una amalgama de situaciones bastante incomprensibles, aunque algunas de ellas se identifiquen a temas previamente tratados por el realizador, como la crítica al medio televisivo o la repulsa hacia la nueva cultura juvenil.

 

La película fue presentada en Cannes y duramente tratada por la crítica, por lo que la carrera del realizador se acabó. Ni siquiera el Óscar honorifico que le entregó Marcello Mastroianni en 1993 consiguió que ningún productor se volviese a interesar por Fellini, porque su cine se había quedado obsoleto y el mundo lo había dejado atrás en su avance imparable hacia la cultura moderna. El realizador murió el 31 de octubre de 1993 de un paro cardíaco. La siempre fiel Giulietta Masina lo siguió menos de cinco meses después, el 23 de marzo de 1994. Era un final verdaderamente triste para quien había sido magistral como libretista y realizador entre 1945 y 1963, aunque terminó perdiéndose sin remedio en los oscuros pasadizos de su propio ombliguismo.

 

Programación del 09 al 15 de Enero.

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CARTELERA CINES DEL PASEO 

Jumanji: El Siguiente Nivel (SAM 13 – 123 MIN – CAST)

Género: Acción | Aventuras | Comedia.Sinopsis: – Secuela de la película – Jumanji: Bienvenidos en la Selva (2017)Cuatro amigos regresan a Jumanji para rescatar a uno de los suyos, pero descubren que nada es como ellos esperan. Los jugadores deben enfrentarse a partes desconocidas, desde desiertos áridos hasta montañas nevadas, para escapar del juego más peligroso del mundo.Director: Jake Kasdan. Protagonistas: Dwayne Johnson, Jack Black, Kevin Hart, Karen Gillan, Danny DeVito, Danny Glover, Rhys Darby, Awkwafina, Madison Iseman, Nick Jonas, Alex Wolff, Dania Ramirez, Morgan Turner, Ser’Darius Blain, Massi Furlan.

Horarios 3D: Todos los días: 17:20 Hs. Castellano.

Horarios 2D:Todos los días: 16:20 – 19:00 – 20:00 – 22:40 Hs. Castellano.

 

EN CARTELERA 

Frozen: 2 (ATP CR y L – 103 MIN – CAST)

Horarios 3D:Todos los días: 18:20 Hs. Castellano.

Horarios 2D:Todos los días: 17:50 – 20:10 – 20:40 – 21:50 — 22:30 Hs. Castellano.

  

Star Wars: El Ascenso de Skywalker(SAM 13 – 155 MIN – CAST/SUBT)

Horarios 2D:Todos los días: 23:00 Hs. Castellano.

Películas estrenadas en 2019

1

Listado completo de películas estrenadas en Argentina en 2019 (ordenadas por fecha de exhibición, desde el 26 de diciembre al 31 de enero de 2019)

 

La gomera

Nosotros tres

Star Wars Episodio IX

Lejos de Pekin

La botera

La dolce vita (reestreno)

Los amores de Charlotte

Mangoré

Lo habrás imaginado

Malamadre

Entre navajas y secretos

Jugando con fuego

Maratón Star Wars

La luz del fin del mundo

La sabiduría

Hogar

Ricchi Di Fantasia

Los fuegos internos

Lo intangible

El recordador

El gran combo

Tierra arrasada

Boda sangrienta

El buen mentiroso

Last Christmas

Los dos papas

Raúl: la democracia desde adentro

La Reina de las nieves

El patalarga

Los Goonies

Las buenas intenciones

Jesus is King

INXS: Live Baby Live

Espíritus del mar

Ciegos

Tiempo común

Pumpas: Abriendo caminos

Ángeles de Charlie

Midway: ataque en Altamar

Frankie

El cuidado de los otros

La noche de las nerds

Golem: la leyenda

Lectura según Justino

Everybody`s Everything: Lil Peep

En buenas manos

El secreto de Julia

Downton Abbey

El irlandés

Huérfanos de Brooklyn

Reflejos siniestros

Los sonámbulos

4 metros

Te pido un taxi

Depeche Mode: Spirits in the Forest

El hombre del futuro

¿Dónde está ella?

Venezia

Instrucciones para la poligamia

Apurimac. El Dios que habla

Cuerpos marcados

Contra lo imposible

Proyecto Géminis

Reporte clasificado

Gustavo Cerati en Monterrey

Los adoptantes

El plan divino

El valor de una mujer

Sinónimos: un israelí en Paris

Taxi a Gibraltar

Los últimos

Doctor sueño

Amor de película

Un día lluvioso en Nueva York

Midsommar

Los Knacks: dejame en el pasado

Cartero

André Rieu ¿Bailamos?

Una banda de chicas

Shakira En Concierto: El Dorado World Tour

Un Gauchito Gil

Los prohibidos

La vida en común

Mujer medicina

La forma de las horas

Piedra, papel y tijera

Terminator: destino oculto

Los locos Addams

Estafadoras de Wall Street

Crimenes imposibles

Desertor

Amanda

Slayer: The Repentless Killogy

Candy Bar

Zombieland 2

Steven Universe: La película

La carrera de Brittany

El rocío

¿Yo te gusto?

El silencio de los inocentes

Vencedor

El joven manos de tijera

La mosca

Stand up villero

Una de nosotras

Fondo

La fundición del tiempo

Exilio en África

Maléfica 2

Friends 25 años | Noche 3

Friends 25 años | Noche 1

Friends 25 años | Noche 2

Solo una mujer

El resplandor

Rosita

Los hipócritas

Contrucciones

Rambo: Last Blood

Playmobil

El pasado que nos une

Dónde estás Bernadette?

Pistolero

Retrato de propietarios

Pavarotti

Monos

Guasón

Terror a 47 metros: el segundo ataque

Porno para principiantes

Punto muerto

Que sea ley

El Reino

El cuento

The Unicorn

Muralla

Metallica and San Francisco Symphony

Un amigo abominable

Historias de miedo para contar en la oscuridad

Así habló el cambista

Mujer en guerra

Roger Waters: Us + Them

Nuestros veranos

¿Quién mató a mi hermano?

Pájaros de verano

El panelista

Ad Astra

Nada que perder 2

El jilguero

Iniciales SG

El desentierro

Varda por Agnés

Magali

Latinoamérica, territorio en disputa

La deuda

Palestina imágenes robadas

Presidente bajo fuego

Yesterday

Señor Link

Claudia

Bruja

Todo por el ascenso

Bu y Bu, una aventura interdimensional

Iris: A Space Opera by Justice

Bixa Travesty

La internacional del fin del mundo

IT 2

El retiro

Alcanzando tu sueño

High Life

Matar a un muerto

Paternal

Amante fiel

K-12 Melanie Martinez

El silencio de otros

La sirenita

Dora y la ciudad perdida

La música de mi vida

La viuda

Ted Bundy: Durmiendo con el asesino

Shalom Taiwan

The Cure Anniversary 1978-2018

Por gracia de Dios

Mekong – Paraná: los últimos laosianos

Margen de error

Paso San Ignacio

Cuando los hombres quedan solos

Habia una vez en Hollywood

Paw Patrol

Un hombre en apuros

Baldio

La afinadora de árboles

La escuela contra el margen

La sequía

Los indalos

Arenas de silencio

La odisea de los Giles

Anna

Angry Birds 2

Santiago, Italia

Tiburón

Pasco

El llanto

Alejandro del Prado, el eslabón perdido

Mi amigo Enzo

Las reinas del crimen

Mejor que nunca

Cara sucia

El día que me muera

Hombres de piel dura

Rapidos y furiosos: Hobbs & Shaw

BTS Bring The Soul

Vigilia en agosto

Dogman

La huella de Tara

La casa de Wannsee

Marta Show

Esa película que llevo conmigo

Infierno en la tormenta

La espía roja

Nueva mente

Chuva é cantoria na aldeia dos mortos

El rey león

En los 90s

Volviendo a casa

Chucky: el muñeco diabólico

Avengers: endgame (reestreno con contenido adicional)

Esa mujer

Bikes

La fiera y la fiesta

Viaje al cuarto de una madre

Fragmentos de una amiga desconocida

Encandilan luces

La casa en la playa

Spiderman: lejos de casa

Mascotas 2

Delfin

Ricordi?

El verdadero amor

Perros del fin del mundo

Chubut, libertad y tierra

Las facultades

Annabelle 3

No soy tu mami

Lo que fuimos

La última búsqueda

El ruido son las casas

Ama-San

Soundgarden: Live from the Artists Den

Toy Story 4

Hotel Mumbai

El Diablo Blanco

El emperador de Paris

Astrogauchos

A una legua

Nada culmina en la víspera

Hombres de Negro: Internacional

Ni en tus sueños

El ártico

Pesadilla al amanecer

Un amor imposible

Notti Magiche

Un suelo lejano

Rapto

Kollontai, apuntes de resistencia

X-MEN: Dark Phoenix

Dolor y gloria

Mi mascota es un león

Nadando por un sueño

Blindado

Cuando dejes de quererme

De nuevo otra vez

El misterio del Padre Pío

Cirque du Soleil Kurios

Buenos muchachos

La visita

Godzilla 2

Rocketman

Ma

El ratón Perez

El árbol de peras salvajes

A más tardar

Amanecer en mi tierra

Breve historia del planeta verde

Aladdin

John Wick 3

Brightburn: hijo de la oscuridad

Badur Hogar

Doubles vies

Leto

Infierno grande

El cuento de las comadrejas

UglyDolls

Tolkien

El sol también es una estrella

La razón de estar contigo 2

Bazán Frías, elogio del crimen

La cuarta dimensión

La lección de anatomía

Cuadros en la oscuridad

Clementina

Dóberman

Pokémon: Detective Pikachu

Maestras del engaño

Entre la razón y la locura

Regresa a mi

Boni Bonita

El sonido de los tulipanes

El artista anonimo

Gran orquesta

Abrakadabra

Muere, monstruo, muere

Escuela monte

El bosque de los perros

Garabandal, solo Dios lo sabe

Mirai: Mi pequeña hermana

River, el más grande

El hijo

Los miembros de la familia

Los tiburones

Traslasierra

La lupa

Avengers: End Game

La culpa

La experiencia judía, de Basavilbaso a Nueva Amsterdam

Acá y acullá

Ausencia de mí

Estoy acá

La maldición de la llorona

Jamás llegarán a viejos

Vox Lux

Michelangelo Infinito

Jimi Hendrix: Electric Church

1100

La guerra silenciosa

Parque mágico

Viviendo con el enemigo

After

Hellboy

Luchando con mi familia

La última locura de Claire Darling

Hojas verdes de otoño

4×4

Shazam!

Cementerio de animales

Van Gogh: en la puerta de la eternidad

Palau

Pagliacci

De acá a la China

Eduardo Pavlovsky, resistir Cholo

Chaco

Dumbo

Las dos reinas

La rebelión

El kiosco

Fate stay night heaven’s feel II

Los papeles de Aspern

Belmonte

La guarida del lobo

Candomberos

Yvonne

Nosotros

Yo, mi mujer y mi mujer muerta

Un ladron con estilo

El cisne

Yo no me llamo Ruben Blades

La feliz

Como flechas

Impresiones obreras

Un lugar en el tiempo

Maligno

A dos metros de ti

Lobos

María Callas

Foto estudio Luisita

Alicia

Down para arriba

El hermano de Miguel

La decisión

Capitana Marvel

La voz de la igualdad

Olmedo: el rey de la risa

Femicidio. Un caso, múltiples luchas

Blanco o negro

Juntas

Con este miedo al futuro

Callcenter

La misma sangre

El manicomio

Obsesión

Rey de ladrones

Wiñaypacha

Border

Ciclos

Memoria de la sangre

Los árboles

Entre gatos universalmente pardos

Guerrero de Norte y Sur

Mis huellas a casa

Venganza

Happy Hour

El príncipe encantador

Cafarnaúm

Arabia

La boda

Reina de corazones

Leónidas

Wanderlust, cuerpos en tránsito

Battle Angel: La última guerrera

Feliz día de tu muerte 2

Green Book: una amistad sin fronteras

Tampoco tan grandes

Hora – Dia – Mes

Antonio Gil

La gran aventura LEGO 2

La favorita

Escape Room: sin salida

El tío

Atenas

Ladrillos capitales

La nostalgia del centauro

Mocha

Fiesta Nibiru

Cómo entrenar a tu dragón 3

Suspiria

Anoche

Amigos por siempre

Beautiful Boy

Los últimos románticos

Un cine en concreto

Alberto Greco. Obra fuera de catálogo

El regreso de Mary Poppins

El vicepresidente

No mires

BTS Love Yourself in Seoul

Somos una familia

La Jerusalem argentina

Un continente incendiándose

Buscando a Myu

Mujer nómade

Glass

Creed 2

Sueño Florianopolis

Amor sobre ruedas

Destrucción

Descubriendo a mi hijo

La muerte de Superman

Reino de los supermanes

Anibal, justo una muerte

Dragon Ball Super: Broly

Máquinas mortales

Spider-Man: un nuevo universo

Días de circo

A oscuras

50 Chuseok

Wifi Ralph

La mula

Jefa por accidente

Plaza Paris

Bumblebee

Terremoto

3 rostros

Río Mekong

One Shot

Cuando brillan las estrellas

Enamorado de mi mujer

Programación del 05 al 11 de Diciembre.

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CARTELERA CINES DEL PASEO

El Buen Mentiroso (SAM 16 – 109 MIN – CAST/SUBT)

Género: Drama. Sinopsis: El estafador profesional Roy Courtnay apenas puede creer su suerte cuando conoce a la viuda adinerada Betty McLeish en linea. Cuando Betty le abre su hogar y su vida a él, Roy se sorprende al descubrir que se preocupa por ella, convirtiendo lo que debería ser una estafa cortada y seca en el camino más peligroso de su vida. Director: Bill Condon. Protagonistas: Helen Mirren, Ian McKellen, Russell Tovey, Jim Carter, Mark Lewis Jones, Jóhannes Haukur Jóhannesson, Phil Dunster, Laurie Davidson, Michael Culkin, Aleksandar Jovanovic, Athena Strates, Bessie Carter, Celine Buckens, Sonia Goswami, Ruth Horrocks, Nell Williams, Stefan Kalipha, Dino Kelly, Jag Patel, Lily Dodsworth-Evans, Stella Stocker, Julian Ferro.

Horarios 2D: Todos los días: 20:40 Hs. Castellano.Todos los días: 22:40 Hs. Subtitulado.

 

FESTIVAL DE CINE INFANTIL, del 5 al 18 de diciembre. 

100 pesos

Un Amigo Abominable (ATP – 96 MIN – CAST/SUBT)

Horarios 2D: Todos los días: 18:00 – 22:30 Hs. Castellano.

 

Dora y la Ciudad Perdida  (ATP – 103 MIN – CASTELLANO)

Horarios 2D: Todos los días: 20:20 Hs. Castellano.

Los Locos Addams  (ATP C/L – 87 MIN – CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 17:50 Hs. Castellano.

  

Maléfica: Dueña Del Mal (SAM 13 – 119 MIN – CAST)

Horarios 2D: Todos los días: 17:30 – 20:10 Hs. Castellano.

 

Ángeles de Charlie (SAM 13 – 118 MIN – CAST/SUBT)

Horarios 2D: Todos los días: 20:00 Hs. Castellano.

  

Midway: Ataque en Altamar(SAM 13 – 138 MIN – CAST/SUBT)

 Horarios 2D:Todos los días: 22:50 Hs. Subtitulado.

  

Guasón (SAM 16 C/R – 122 MIN – CAST/SUBT)

Horarios 2D: Todos los días: 18:10 Hs. Castellano. Todos los días: 23:00 Hs. Subtitulado.

CARTELERA CC LEONARDO FAVIO

 

Ciegos, Fernando Zuber (Argentina/2019), 81 min. (SAM13)

Encandilan luces: viaje psicotrópico con los Síquicos Litoraleños, de Alejandro Gallo Bermudez (Argentina/2018), 80 min. (ATP)

 

Jueves 05/12

19 hs: Encandilan luces: viaje psicotrópico con los Síquicos Litoraleños

20 hs: SALA DOS. Función especial: Raúl (la democracia desde adentro), de Juan Baldana y Christian Rémoli (Argentina/2019), 150 min. (ATP)

21 hs: Ciegos

Viernes 06/12

19 hs: Ciegos

23 hs: Encandilan luces: viaje psicotrópico con los Síquicos Litoraleños

Sábado 07/12

19 hs: Ciegos

21 hs: Encandilan luces: viaje psicotrópico con los Síquicos Litoraleños

23 hs: Ciegos

Domingo 08/12

FERIADO

Martes 10/12

19 hs: Ciegos

21 hs: Encandilan luces: viaje psicotrópico con los Síquicos Litoraleños

21 hs: SALA DOS. Cine por la Diversidad. Oldboy, de Chan-wook Park (Corea del Sur/2003), 120 min. (SAM18)

Miércoles 11/12

19 hs: Encandilan luces: viaje psicotrópico con los Síquicos Litoraleños

21 hs: Ciegos

21 hs: SALA DOS. Cineclub Al Filo. Infierno, de Darío Argento (Italia/1980), 106 min. (SAM18)

PARK CHAN-WOOK  en el Ciclo Cine por la Diversidad.

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“Sé que eres buena persona… pero tengo que matarte” (Sympathy for Mr. Vengeance)

En diciembre, durante tres  martes  del mes, a las 21 horas, el Ciclo Cine por la Diversidad proyectará La trilogía de la venganza de Park Chan-wook.

Con apenas un puñado de películas, Park Chan-wook (Seúl, 1963) despertó el interés de occidente hace quince años cuando ganó con Oldboy (올드보이, Park Chan-wook, 2003) el Gran Premio del Jurado del Festival de Cannes 2004. Park, filósofo de formación y crítico de arte otrora, ocupa un lugar privilegiado en esa lista, pese a tener dividida a gran parte de la crítica: muchos admiran su arriesgado manierismo formal, mientras que otros consideran que se ha dejado llevar demasiado por la influencias occidentales.

 “Sé que soy un monstruo, pero acaso ¿no merezco vivir?” (Oldboy)

 Impulsado por el éxito de Joint Security Area, Park emprendió entonces uno de sus proyectos más personales y ambiciosos, la Trilogía de la Venganza. La primera parte de esta obra fue Sympathy for Mr. Vengeance (복수는 나의 것, Park Chan-wook, 2002)

2004 fue un gran año para el cine coreano, gracias en parte al triunfo en Cannes de Oldboy y también al éxito de público de Hierro 3(빈집, Kim Ki-duk, 2004).

Sympathy for Lady Vengeance (친절한 금자씨, Park Chan-wook,2005) cierra  el ciclo de la venganza en donde el director surcoreano continuó en su búsqueda de un estilo visual rompedor y propio para relatar el drama de  una mujer dispuesta a vengarse del hombre que la llevó a la cárcel.

La saga no tiene relación alguna en sus tramas pero tiene al acto de vengarse como eje central para el desarrollo de sus historias.

“¿Y esa sombra de ojos? / No quiero parecer buena” (Sympathy for Lady Vengeance)

 

Centro Cultural Leonardo Favio (Galería del cine, Buenos Aires 55). Entrada libre y gratuita. Organiza: Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Humanas y el Centro Cultural Leonardo Favio.

 

Martes 3. 21 hs: SALA DOS. Cine por la Diversidad. El nombre de la venganza, de Chan-wook Park (Corea del Sur/2002), 129 min. (SAM18)

Chan-wook Park es conocido en nuestro país por haber dirigido ‘Oldboy’, película de culto que forma parte de una trilogía denominada «de la venganza», de la cual ‘Sympathy for Mr. Vengeance’ es el primer título. La película narra la historia de dos hermanos (chico y chica) y una tercera mujer, que harán todo lo posible por conseguir dinero para un transplante de riñón, incluso raptar a la hija pequeña de un importante hombre de negocios. Tal hecho desembocará en una serie de acontecimientos a cada cual más dramático y violento. El film es un estudio sobre la venganza.

 

Martes 10 hs. 21 hs: SALA DOS. Cine por la Diversidad. Oldboy, de Chan-wook Park (Corea del Sur/2003), 120 min. (SAM18)

 

‘Oldboy‘es, ante todo, una película sobre la venganza. Un relato sobre la obsesión malsana respecto a una situación o personas concretas. Park Chan-wook construye una historia sobre la venganza más visceral. La venganza es, quizás, una de las sensaciones más intensas que posee el ser humano. Es pura en su simplicidad, y no requiere de complejidad narrativa para ser mostrada y llevada adelante. El director profundiza en este sentimiento a través del impacto que genera un evento trascendental en nuestras vidas, y nos muestra que incluso las pequeñas decisiones pueden dejar una marca indeleble.

Chan-wook nos regala a un villano edificado a través de pinceladas que dibujan una imagen precisa de su personalidad, y un plan tan específico como bien meditado.

 

Martes 17. 21 hs: SALA DOS. Cine por la Diversidad. Simpatía por la mujer venganza, de Chan-wook Park (Corea del Sur/2005), 115 min. (SAM18)

Chan-wook Park, nos presenta la historia de Lee Geum-ja (Lee Young-ae), una hermosa mujer encarcelada por un delito que, a pesar de que ella misma se declara culpable, las pruebas muestran lo contrario. Ahora, tras su liberación la mujer sólo tiene dos objetivos en mente: encontrar a su hija dada en adopción y asesinar al verdadero responsable del crimen.

Esta película conforma la tercera parte de la llamada «Trilogía de la venganza”, la cual es precedida por Sympathy for Mr. Vengeance y Oldboy.

DICIEMBRE EN EL FAVIO

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Centro Cultural Leonardo Favio (Bs As 55 – Río Cuarto)Â